Love so Sweet || Bbangnyu

4.

Younghoon y Sunwoo estaban bien solos. Su vida era tranquila y divertida, por decirlo de alguna manera. El mayor no confiaba mucho en personas ajenas para el cuidado de su hijo, por lo que siempre lo llevaba con él, excepto cuando tenía reuniones de trabajo. Cuando eso ocurría, Sunwoo se quedaba bajo el cuidado de Yeri, una joven omega que vivía dos casas más adelante, junto a su familia. La chica estaba en el instituto todavía, pero quería ganar algo de dinero para no depender completamente de sus padres, consiguiendo así el trabajo de niñera.
Y Younghoon confiaba en ella, así que todo perfecto.

Respecto a su familia, había rehecho los lazos con ellos, después de la partida de Changmin. Tanto sus padres como su hermano adoraban al pequeño Sunny, pero vivían lejos y casi siempre estaban ocupados como para hacer de niñeros de un bebé.
Luego, Kevin y Jacob tenían a Hakky y a otro en camino, por lo que no siempre podían cuidar de él.

— Sunwoo bebé — miró de reojo al pequeño y se dio cuenta de que este había caído dormido de nuevo.

Siempre se dormía cuando iba en el coche. No había viaje, por corto que fuera, que no se durmiera.

Younghoon sin más centró su mirada cansada, en la carretera. Aún no podía creer que se hubiera encontrado con Juyeon. ¡Y que mayor estaba Eric! Pero claro que estaba mayor, habían pasado ya dos años desde la última vez que lo vio, que era un pequeño cachorro de apenas tres meses.

Se quedó pensativo, dentro de poco sería el cumpleaños de Sunwoo, cumpliría 3 añitos. —Tan rápido pasa el tiempo—pensó. El alfa suspiró pesadamente y continuó con el trayecto. Ese día le habían  avisado de que tendría una reunión improvisada, pero importante, con el ceo de otra empresa y aunque lo intentó, no logró encontrar a nadie que pudiera cuidar de su cachorro por unas horas, por lo que tenía que llevarlo a la empresa con él.

— Bebé, hemos llegado — sacó a Sunwoo de su sillita especial para el coche y lo cargó.

No era para nada raro el ver al alfa con su hijo por la empresa, es más, todos allí ya conocían al pequeño Sunny y se podría decir que la mayoría de los empleados habían sido sus niñeros al menos una vez. ¿A quién le tocaría hoy?

Mientras salían del ascensor, Younghoon pudo ver a su gran amigo y secretario Hyunjin, pobre de él, le tocaba cuidar del pequeño otra vez.
Pero no os confundáis, Hyunjin ni mucho menos lo odiaba, es más, era como su hijo. Ambos se llevaban muy bien y el pequeño siempre estaba feliz cuando se quedaba con su "tío" Hyunjin.

— Muchas gracias por cuidarlo de nuevo — el mayor se inclinó agradecido — no encontraba a nadie con quien dejarlo y como me has llamado tan repentinamente...
— No es problema Younghoon — el rubio le sonrió— sabes que me encanta estar con Sunny.
— Bueno, me voy o no llegaré a tiempo a la reunión
El moreno comenzó a andar rápido directo a la sala de reuniones, pero un brazo lo paró antes.

— Hyunjin, llegaré tarde — se giró pensando que era su secretario, pero en cambio se encontró con alguien a quien no sabía si odiar, querer o gritar — Changmin — frunció el ceño.
— Hola Younghoon— el omega se quedó mirándolo a los ojos.
— ¿Qué quieres? — se apartó un poco del menor — ¿Por qué estás aquí? — el lobo de Younghoon estaba alterado, enfadado, furioso. Lo habían abandonado hacía ya casi dos años, los había abandonado.

A pesar de que Changmin podía notar el enojo del mayor, permaneció tranquilo. No quería monster un escándalo — El alfa con el que vas a tener ahora una reunión—  una pausa pensando en cómo se lo tomaría el alfa. Tragó duro — El ceo de esa empresa con la que te vas a aliar, es Sangyeon, mi alfa.

Mi alfa.

Esas palabras entraron fuertemente dentro del corazón del alfa como un puñal. El solía ser su alfa.

El menor notó la tristeza del otro e intentó acercarse, sin embargo el moreno se alejó — Tengo que irme — dijo seco — voy a llegar tarde a la reunión con TU ALFA — recalcó esas palabras con asco — es una reunión importante.

Dicho eso, se dio la vuelta y se adentró en la sala cerrando la puerta bruscamente.