CAPÍTULO 13

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ANGELO

Red Right Hans resonaba por todo el departamento, me encontraba solo. Solo yo y la música a todo volumen, es perfecto. Tarareaba la canción mientras hacía mi mayor intento de freír un jodido huevo, ¿es eso tan difícil?, Cuando mamá lo hace es una experta y yo apenas se prender la estufa.

A un lado mi celular vibró, ví la pantalla curioso por aquel número desconocido. Tomé el celular contestando.

- Il figlio di Michelle Di Carlo - se escuchó una voz un poco furiosa del otro lado

( Él hijo de Michelle Di Carlo )

- ¿Mi scusi, con chi parlo?

( ¿Disculpe, con quién estoy hablando? )

- Dai un messaggio a tuo padre, lo stiamo guardando e non credo che gli piace perdere tutta la famiglia, quindi digli di fare l'affare - contesto y cortó al instante

( Dale un mensaje a tu padre, lo estamos vigilando, y no creo que le guste perder a toda su familia, así que dile que acepte el trato. )

Me tense al instante, de que maldito trato estaba hablando este señor, no lo pensé y llame a mamá

Al tercer tono contestó

- Mi amore, ¿come stai? - saludo ella feliz

( Mi amor, ¿como estás? )

Suspire aliviado

- Hola mamá, estoy bien, ¿cómo estás tú y Lydia, están bien, no a pasado nada extraño de lo cuál deba preocuparme?

Ella río

- Hijo, sabes que no debes preocuparte, se cuidar de tu hermana y de mi, no por nada somos la familia Di Carlo

- Lo sé, pero..

- Pero n - a - d - a - deletreó divertida - mejor cuéntame, hiciste amigos, que tal te va en la escuela

- Bien mamá, no soy bueno socializando, pero está vez hice amigos - pase la mano por mi cabello

- ¿Y, hay una chica, por ahí, quizás que te guste? - casi la pude ver aguantando la risa

Reí divertido, volteando a ver la sartén, espera, ¡Se quemó mi huevo!, Humo sale por todos lados debido a mi intento fallido de cocinar algo yo solo.

- Mamá, si hay una chica, ok, pero te lo explicaré luego, porque ahora mismo parece que hubo un maldito incendio en la cocina - expliqué rápido

- Así que hay una chica, pero ese lenguaje jovencito, ya te dije si quieres por lo menos no morir en una intento de cocinar algo, pide comida a domicilio, o también puedes llamarme para preguntar que hacer en casos como éstos, ahora adiós hijito, y por favor intenta no morir intoxicado - se despidió y cortó.

Mire el desastre que tenía y suspire cansado. Necesito aprender a cocinar.

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Solté el humo del cigarrillo por la ventana del auto, el viento azotaba con fuerza mi rostro.

Mire el volante viendo mis nudillos ahora con heridas cicatrizadas, inevitabilmente pensé en aquella chica de ojos azules y cabello rojizo

- Me encantaría saber la razón de esa sonrisa, Angelo, me lo dirás o tendré que sacarte información de otra manera - me dijo papá con una sonrisa burlona

Reí y negué con la cabeza

- Creo que unirás todos lo cables en cuanto estemos en la casa de los McCall - respondí mientas soltaba el humo del cigarrillo.

- Empiezo a unir todos los cables, y sin que me digas nada, vaya parece que mejore mis técnicas - río divertido dando una calada a su cigarrillo

- ¿Creés qué la cena saldrá como esperas?

- Espero que si, no siempre logras aceptar un trato así. Soy amigo de Jace desde hace años, creo que lo entenderá además nos beneficia a todos, veremos en cuanto estemos en la cena

Minutos más tarde llegamos a la dichosa casa de los McCall, bonita, igual que ma chica que vive ahí. Ajusté mi traje negro, tirando el cigarro ya apagado en el cenicero.

- ¿Estás listo?

- Creo que ya sabes la respuesta, papá.

Ésto será muy interesante.

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