CAPÍTULO 18

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ANGELO.

- No haré eso, ni siquiera lo pienses

- Pero solo, vamos por favor, tienes que hacerlo, lo haré yo

- ¿Qué tendré a cambio?

- Lo que quieras - aseguro

- Está bien, ¿pero estás totalmente segura?

- Muy segura, además te daré lo que quieras, ahora vamos

Minutos después nos encontrábamos en un lugar de mi total confianza para hacer tatuajes. Este pequeño desastre me había obligado a qué la lleve a hacerse un tatuaje, involucrandome en ello.

- Daniel, cómo estás, necesito que hagas algo por mí

- Angelo, cuanto tiempo, sabes que para ti lo que desees

- Está señorita, aquí presente que evidentemente lleva varias copas encima, y yo nos haremos un tatuaje

- Holaaaaa - saludo eufóricamente mi acompañante

Daniel sonrió y asintió

- ¿Qué tatuaje se harán?

- Tiene que ser uno que compartiremos este poste de luz y yo

- ¿Tienen algo en mente?

- Si, dos copas de vino con un pequeño corazón, y con tinta roja, mira - saco el celular del bolsillo de mi gabardina enseñando así la imagen que quería

- Es fácil, ¿quién ira primero?

- Yo - dijo ella sosteniendo una botella de whisky que ni cuenta me di de que la llevaba

Daniel señaló el cuarto indicando que lo siguieran, la agarre de la mano llevándola

- Acuéstate ahí, ¿Dónde quieres que sea el tatuaje?

- Aquí - señaló una parte descubierta de su clavícula

- Está bien, dolerá un poco, así que te recomiendo que tomes un trago de whisky

Sin más ella tomo un gran trago de la botella. Hice a un lado su cabello para que él siguiera con su trabajo.

- Dolió como la mierda, ¿En realidad tenía que doler tanto?- pregunto ella al ver el resultado.

- La zona de la clavícula duele un poco, pero pasará, ahora vamos contigo, Angelo

Asentí y recosté mi brazo

- ¿Será en?

- Mi mano, así todos lo verán y apreciarán, ¿No es así, pequeño desastre?

- Ajá - murmuró adormilada

- Debo admitir que luce muy bien en ustedes dos. Ahora dime, que es esa chica para ti, ninguna chica a logrado esto, y como la miras, parece que la admiras

- No es mi novia, aún, pero quizás solo quizás en unos años te la presente como mi esposa. Ahora toma el dinero

- Ja en serio, será gratis, esa chica alegro mi noche, cuídala y cuídate, adiós.

Sin más asentí y salí con el desastre andante en brazos.

- A dónde los llevo joven Di Carlo

- A mi hotel

Observé su rostro, su respiración era tranquila, sus labios entreabiertos, y ella se veía perfecta. Cómo es que Allison me tiene en la palma de su mano, ella logró en meses lo que nadie en años.

Muchas chicas intentaron lograr entrar en mi, nadie pudo, nadie pasaba de la raya, solo era follar, nada más, pero ella ni siquiera llegó a eso con ella.

Ella llego arrogante y ya me tenía a su mereces. Supongo que eso es lo que se siente llegar a sentir algo por alguien. Quizás en unos años tenga el placer de decir que Allison McCall es mi esposa. Quizás solo quizás.

- ¿Paso por usted por la mañana, joven?.

- No yo iré en uno de los autos que se encuentran en el hotel.

Él asintió y se fue.

En brazos la lleve hasta la gran cama, quitando sus tacones, acomodando su cuerpo en las sábanas.

- No te vayas, no me dejes, quiero estar contigo, duerme junto a mí

- No pensaba irme

Me acosté a su lado luego de quitarme los zapatos. Se acercó hasta mí pasando un brazo por mi cintura.

- Fue la mejor noche, gracias, Ángel

- ¿Ángel?

- Porque eres como un ángel para mí - beso mi pecho con dulzura para luego dormir.

Inevitablemente me sonroje, yo Angelo Di Carlo acabo de sonrojarme por lo que dijo e hizo una chica.


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