30 años. Oficialmente había cumplido 30 años, así lo indicaba el reloj del tablero de su auto.
El cual iba conduciendo por la oscura y solitaria carretera.Estaba un poco decepcionado de no sentir nada realmente. Estaba dejando los veinte atrás y se seguía sintiendo igual de perdido que hace treinta minutos.
Para algunos 30 años es el comienzo de la vida. Para sus tías es la edad en que debería tener una casa, una pareja y estar planeado cuando vendría su primer hijo.
No estaba demás decir que no tenía nada de eso.Estuvo en sus planes tener todo eso, de hecho iba encaminado a cumplir con todo lo que debía tener una persona de esa edad, pero los planes de derrumbaron abruptamente.
Para sus primitos 30 años era algo a lo que no querían llegar jamás, era una edad tan avanzada que creían que Seokjin estaba pronto a jubilar.
Para Seokjin los 30 años no significaban nada.
Siempre para su cumpleaños predominan 3 principales emociones.
Alegría, ansiedad y tristeza.Puede parecer algo estúpido, pero así funciona él. Alegría por la atención que recibía ese día, ansiedad por tener que dividir su día entre el trabajo, sus padres y su pareja y tristeza por cumplir un año más y sentir como cada vez pasa más rápido el tiempo.
Esta vez su cumpleaños estaba comenzando distinto. Su padre le había pedido que emprendiera su viaje unos días después, pero la verdad es que Seokjin no veía motivo para retrasarlo más.
Osahiro lo estaba esperando y la realidad es que Seokjin estaba desesperado de salir de esa agobiante ciudad en la que había vivido largos años.
Llevaba varias horas conduciendo y viendo el gps comprobaba que aún le quedaban varias más, por lo que en la próxima bencinera pararía por unos minutos iba tan tenso conduciendo que probablemente le dolería todo el cuerpo al otro día.
Para irse a vivir a una nueva ciudad había arrancado con pocas pertenecías.
La verdad es que sólo se preocupo de que su viejo Hyundai Atos estuviera listo para un viaje tan largo y que su perra mestiza Petra que tenía hace más de 8 años estuviera apta para realizar el viaje.
Había obtenido la aprobación la mañana del día anterior por lo que cargo el auto y solo desapareció.¿De qué arrancaba?
Fácil.
Arrancaba de un corazón foto.
De un trabajo que lo hacía infeliz.
Y de una familia disfuncional que hasta hace unas horas no le creían que realmente se iba a mudar de ciudad.La distancia entre su antigua ciudad y Osahiro eran de más de 3000 kilómetros.
En avión era poco tiempo, pero para que Seokjin realizará todo su viaje por carretera serían casi dos días de viaje.
Pasaría todo su cumpleaños conduciendo y escuchando la radio.En Osahiro lo esperaba una casa. Por las imágenes se veía pequeña. Una habitación, un baño, una vieja televisión en la sala de estar y una cocina pequeña, pero que la arrendadora prometía que era funcional y útil para un hombre soltero como él.
Casi no tenía patio y eso era lo que más le molestaba. Quería que Petra tuviera especio para jugar, pero por el poco tiempo no había podido conseguir algo mejor.
Como fuera debía acostumbrarse. Ya había tomado la decisión y ya llevaba más de la mitad del viaje por lo que ya no había tiempo para arrepentimientos.
❇️
Los domingos dormía hasta tarde. Todo el mundo sabía que los domingos eran sus días de descanso.
No universidad por ende no estudiar y no ayudar a su padre en el taller mecánico.Entonces si todos lo sabían ¿por qué su padre no dejaba de golpear su puerta?
- Jungkook - debió quedarse en la casa de su novio, ahí nadie lo molestaba, nadie lo despertaba a gritos.
Escucho tres veces más su nombre y a la cuarta vez se animo para arrastrar su cuerpo fuera de las cómodas frazadas y abrir la puerta.
- Te lo pagaré - era lo primero que decía su padre y sabía que sería algo de trabajo.
Debía ser temprano, quizás siete u ocho de la mañana lo podía sentir por el frío que le estaba dando en sus desnudas piernas al salir de la cama.- ¿Qué es? - trabaja tiempo parcial con su padre. La verdad no le gustaba ser mecánico, pero era sorprendentemente bueno para eso. Supuso que es el legado familiar, su padre es mecánico, su abuelo también lo fue y quizás muchas mas dinastía Jeon también lo fueron.
Lo que se decía así mismo Jungkook es que era bueno aprovechar los talentos que tenía o que había adquirido con el tiempo.
Por lo que trabajar con su padre se le hacía fácil y casi rutinario.- Un hombre se quedó tirado en la carretera - y eso era lo que había temido.
Pasaba más de lo pensado que algún turista se quedara tirado en medio de la carretera.Osahiro no era especialmente turístico, pero si habían varias ciudades turísticas a su alrededor por lo que era un lugar de paso para llegar a otro.
Probablemente alguien se quedó tirado a mitad de su viaje.- Tengo que sacar autos para hoy y no puedo perder tiempo - eso en el idioma de su padre significaba que le daba pereza ir a la carretera con la grúa a buscar a un desconocido y tener que hablar con él cuando viniera sentado a su lado.
- Iba a desayunar y almorzar con Iseul - llevaban saliendo recién unos meses y Jungkook ya sentía que era el amor de su vida.
Iseul fue su amigo, su confidente y después solo así, natural se volvió el amor de su vida.Quería casarse con él, quería tener hijos con él, vivir juntos e ir de vacaciones. Y la mejor parte es que Iseul también lo quería. Ambos estaban en la misma sintonía y eso solo lo hacía más feliz.
Su padre por otro lado solo decía que ambos eran igual de intensos y los miraba con desaprobación.
- Esta a menos de 10 kilómetros - y la verdad Jungkook sabia que no podía negarse, por lo mismo busco ropa por el piso y se vistió mientras su padre seguía hablando desde el umbral de la puerta - pueden almorzar y cenar juntos - si bien su padre no era el mayor fan de su relación, nunca hizo nada para interferir de alguna forma.
- Te lo cobraré doble - no lo haría, probablemente ni le cobraría, pero le gustaba decirle cosas así - pudiste llamar a uno de tus trabajadores - agregaba colocándose la sudadera favorita de Iseul que aun tenía un poco de su perfume.
- Los domingos no trabajan - contestaba con simpleza su padre que para ser tan temprano ya vestía su ropa de trabajo.
- Yo tampoco - susurraba mientras escogía un pantalón corto desde la silla que supuestamente tenía la ropa limpia.
- Pero eres mi hijo puedo negociar contigo - "negociar" o aporrear su puerta hasta sacarlo de la cama - trae un perro consigo - añadía cambiando de tema y refiriéndose al pobre diablo que debía estar tirado a mitad de la carretera - así que cuida que no llene de pelos la grúa, que lleve bozal y que no se orine - siempre era un dolor de cabeza transportar a perros dentro de la grúa.
- No me gustan los perros - es todo lo que decía y sin mirarse al espejo salía de su habitación ya casi listo para irse.
- Hay café abajo - hablaba su padre a su espalda - y péinate un poco - y estuvo tentado a ir así, pero optó por entrar al baño lavarse el rostro, los dientes, mojarse un poco el pelo y agarrar las llaves.
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Osahiro Nos Une.
FanfictionJungkook creció toda su vida en Osahiro. Seokjin quiere comenzar de nuevo en un pequeño pueblito lo más alejado de todo lo que conoce. actualizaciones lentas.