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Seokjin no sabe si está jugando tenis o simplemente corre se un lado a otro en la cancha intentando alcanzar la pelota, lleva así casi 45 minutos.
Lo que si sabe es que hoy no es un buen día para jugar, lleva perdiendo puntos desde que llegó a la cancha.

Por lo menos esta quemando calorías, que algo bueno tenga el correr de un extremo a otro de la cancha. 

Seguramente Jungkook mintió cuando respondió que nunca había jugado o tiene un talento natural para ese deporte, sea cómo sea, el ego de Seokjin va en descenso con cada punto que pierde.

Yun ya se rindió y esta apoyando a Jungkook, sentado a las sombra en las gradas, comiéndose un plátano.
Traidor es lo que piensa Seokjin mientras se seca el sudor y se corre el pelo mojado que se le pega en la frente.

Definitivamente no es su día, así que pierde el último punto y simplemente se rinde. No vale la pena seguir intentando algo que parece no ser posible.

Deja caer su raqueta y también se estira en el piso, está sudado, sucio y muy cansado, Yun está acostumbrado a que siempre termina los partido de tenis así, descansando en medio de la cancha.
Pero Jungkook se acerca a su lado de la cancha y se agacha a su lado, le mueve suave el hombro y se queda esperando que Seokjin reaccione. 

Seokjin tiene los ojos cerrados, pero puede sentir cómo es observado.

- ¿Estas bien? - Seokjin solo asiente a la pregunta y sigue intentando ganar fuerza para ponerse de pie - ¿Estas enojado? - ¿por que estaría enojado? piensa. 

Abre los ojos y se sienta, quedando frente a Jungkook que también está sudado y tomando de su botella de agua.

- Solo estoy con mi ego herido - bromea y acepta la mano que Jungkook le tiende para ayudarlo a que se coloque de pie.

Ambos caminan hacia Yun que les hace señas para que se acerquen a la sombra y les tiende plátanos para que coman.

- ¿Vamos a comer? - es Yun quien pregunta y Seokjin no tiene energía para nada más, solo para llegar a su casa y ducharse.
Ve cómo los ojos de Jungkook se iluminan con la invitación, pero el chico no contesta, en su lugar mirar a Seokjin esperando que responda por los dos.

Y en otra ocasión aceptaría, pero realmente fue un día difícil no solo en el tenis, en lo laboral también por lo que su energía social está bajísima. Sabe perfectamente cuando debe negarse a las cosas. 

- Lo siento, pero me iré a duchar, estoy cansado - y ve el rostro de desilusión de ambos chicos, pero no se sentirá culpable por querer descansar.

- ¿Quieren que los lleve? - le ofrece a ambos chicos Jungkook y solo Seokjin acepta, ya que Yun anda en su propio vehículo.

Cuando ambos están sentados en el auto, con Jungkook conduciendo lento por las transitadas calle que parece conocer de memoria, Seokjin saca el tema que ninguno a mencionado en toda la tarde.

- ¿Cómo va tu relación? - no encuentra una forma más sutil de preguntar, así que solo realiza la pregunta que ronda en su cabeza.

Hoy cuando Jungkook lo paso a buscar, no se veía triste como el domingo pasado. Así que esa fue una señal que Seokjin no paso por alto, pero no se atrevió a preguntar hasta ahora que van para su casa. 

Ve cómo Jungkook duda al responder, se toma varios segundos hasta que habla - bien, Iseul prometió controlarse más, dice que me ama y no me quiere perder - todo en esa respuesta le hace ruido a Seokjin.

Todo suena cómo una manipulación, ¿controlarse? ¿Qué es eso? Podría intervenir, decir lo que realmente piensa, pero no lo hace.
No sabe bien la razón, pero le da un poco de temor que Jungkook se sienta atacado y se aleje.

Así que solo suelta con una fingida sonrisa un - me alegra escuchar eso - y después de eso ambos parecen quedarse sin mucho que decir.

Es Seokjin quien vuelve a la carga con las preguntas incómodas de nuevo - ¿Sabe que viniste a jugar tenis? - conmigo quiere agregar, sabe que Iseul no le tiene cariño especialmente.

Ve cómo Jungkook se muerde los labios antes de responder -Yo... no sabía como... es que... - y se hace un mar de excusas que no logra terminar de formular, pero que Seokjin entiende lo que quiere decir, no le conto que vino a jugar tenis. 

Así que Seokjin lo interrumpe y añade - esta bien, solo pienso que deberías decirle - y no quiere sonar cómo que lo está obligando a que le cuente - solo si quieres volver a jugar con nosotros, quizás nos vean y se entere por otras personas - y te arme una escena de celos digna de una película piensa.

- Lo haré, se lo diré, me gustó jugar contigo, también con Yun, pero más contigo - responde Jungkook mientras estaciona el auto frente a la casa de Seokjin.

- ¿Te gusto derrotarme? - le pregunta aún sin sacarse el cinturón de seguridad y ambos sueltan una carcajada.

- Soy muy competitivo, pero de verdad me gusto, gracias por invitarme - reconoce Jungkook y se sonroja cuando da las gracias.

A Seokjin Jungkook le parece adorable.
Es bonito, joven y adorable, dicta un poco de lo que pensó de él cuando recién lo conoció, pero ahora cree conocerlo un poco más y le agrada, le gustaría que fueran amigos.

No lo invita por pena o algo parecido, realmente le cae bien Jungkook.

- El viernes voy con Yun y Yasuo mi otro amigo del trabajo a las canchas de nuevo. Deberías unirte y así jugamos dobles - le propone.

- Si - asiente Jungkook con emoción y lo agarra suave del brazo antes de seguir hablando - seamos parejas, ganaremos, te lo aseguro - y Seokjin podría decirle que no todo es ganar, pero no tiene ganas de matar la emoción del chico.

- Si no ganamos me deberás la cena - y escucha cómo se inmediato Jungkook acepta la apuesta y le tiende la mano para sellar la promesa de un triunfo aplastante. 

Osahiro Nos Une.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora