El sol brillaba en lo más alto del cielo y el carruaje se mecía en el camino hacia la montaña haciendo ruido cada vez que chocaba con alguna piedra de mayor tamaño que las otras. El conductor, un hombre mayor de piel tostada llevaba un sombrero de paja para cubrirse de los fuertes rayos del sol que aquel día parecía más abrazador de lo normal.
Dentro del carruaje iban viajando tres jóvenes, una mujer y dos hombres. La mujer llevaba un abanico en mano moviéndolo de un lado a otro a gran rapidez para crear una pequeña ráfaga de viento que refrescara su rostro, uno de los muchachos se hallaba leyendo un libro sentado en una esquina, mientras que el otro yacía tirado en el suelo, amarrado y con los ojos cerrados. Luego de poner resistencia por varias horas se había quedado dormido. Los tres iban vestidos de manera similar con ropas de tonos azules. El color particular de los miembros del clan Zhang.
Los tres que viajaban juntos no eran nadie más ni nadie menos que el trío del clan Zhang que siempre ocasionaban problemas donde sea que pisaban: Zhang Yaozu, segundo hijo de la líder de secta y siguiente en convertirse en el líder del clan Zhang, era el chico que iba sentado leyendo. Zhang Dalai, su primo, era quien iba tirado en el suelo durmiendo tras ser obligado a subirse al carruaje por su tía. Y, por último, la mujer que se abanicaba con fuerza era Zhang Ayan, hermana menor de Zhang Dalai, quién solo había sido mandada para ayudar a su shixiong a cuidar de su hermano y evitar que se metiera en problemas. Aunque al final, la única verdad era que terminaría siendo otra niña más que vigilar.
Se hallaban en camino a la montaña donde quedaba situada la secta Baiyuan Chongsheng donde eran discípulos. En el caso de Zhang Yaozu y Zhang Dalai, ellos estaban volviendo tras tomar unas vacaciones en casa, pero para Zhang Ayan, esta era su primera vez como discípulo oficial en este lugar, anteriormente solo había asistido para el día de la prueba a los nuevos postulantes, el cual pasó con buenos resultados, aunque no consiguió la meta esperada. En el pasado solo había estudiado música en la academia de artes "Hehua Xueyuan", donde se especializaban en el cultivo a través de la música, pero en este punto ya no había mucho que pudieran enseñarle y que ella quisiera aprender. Era capaz de tocar varios instrumentos, no cantaba mal y sabía bailar como una profesional, sus habilidades de cultivo, aunque no era altas por su "falta" de talento, estaban muy bien desarrolladas.
Su vida dentro de la academia de música había acabado, prácticamente se había graduado con honores, incluso le ofrecieron un cargo como auxiliar de maestra, pero a diferencia de su shijie, ella se negó de la manera más amable posible. Aunque claro, la influencia de Zhang Dalai tuvo mucho que ver con esa decisión.
Ahora que no debía ir a la escuela tenía mucho tiempo libre, ¿En qué podría gastarlo?
Trabajando, por supuesto.
Zhang Ayan era buena en los negocios y la administración, estos últimos meses había servido como asistente de la líder del clan Zhang, preparándose para convertirse en la asistente de su primo cuando este tomara el cargo mientras que su hermano sería su mano derecha. Trabajando mucho y durmiendo poco. Esto no era vida para ella.
Estaba cansada. Conocía bien la situación de su pobre shixiong, teniendo la obligación de soportar y cuidar de su hermano mayor. Un desalmado joven con la personalidad de un niño pequeño.
Un verdadero dolor de cabeza que, aunque no lo admitiera, solo quería llamar la atención del chico que le gustaba...
Hubo varias ocasiones en las que tuvieron que arreglar sus peleas con "diálogo", un látigo grueso hecho especialmente como regalo para el cumpleaños número 15 de Zhang Yaozu. Zhang Dalai fue el encargado de nombrarlo, después de todo, era él el que mayormente lo recibía y quien lo había hecho.
Como se arrepentía de haberle puesto tal nombre. Era fácil confundirse cuando quería arreglar las cosas hablando y no corriendo escapando del golpe de un látigo.
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CAMINANDO SOBRE LOS RESTOS DE MI PASADO
RandomSe conocieron en la infancia y se volvieron hermanos jurados. Ambos crecieron en el mismo clan, incluso compartieron el mismo apellido. El hermano mayor, un talento sobresaliente, visto cada cien años. La hermana menor, una mujer muy lista capaz de...