CAP 7 "¡JAMÁS! ¡ESO SERÍA INCESTO!"

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Tras terminar con su "asunto pendiente" en el baño, Zhang Yaozu se dirigió nuevamente a la habitación que compartía con Zhang Dalai y ahora también con Zhang Ayan, una cortesía de parte de su querida hermana mayor Zhang Maylin.

Se detuvo en la puerta antes de ingresar. Primero tenía que pensar.

¿Que sería lo primero que le diría a Zhang Dalai?

¿Cómo debería hablar a partir de ahora con su primo?

Zhang Yaozu comenzó a pensar en su próximo paso a seguir.

¿Regañaba a Zhang Dalai y lo molía a golpes o simplemente hacía como si nada hubiera ocurrido?

Que dilema...

Pero él en verdad quería golpear al idiota ese.

Si bien Zhang Dalai siempre había demostrado tener una naturaleza "cariñosa", nunca había llegado a tal extremo.

Zhang Yaozu incluso llegó a pensar que su primo podría estar sufriendo de alguna enfermedad mental. Aunque el médico había dicho que todo parecía estar normal con la mente de Zhang Dalai, aún así Zhang Yaozu no se lo creía por completo.

Osea...

¿Cómo podría ser normal acorralar a alguien, amarrarlo, casi drogarlo con afrodisíaco y montarse sobre él?

Eso no era normal...

¡Eso era delito!

Definitivamente algo debía estar funcionando mal ahí arriba.

Porque por lo visto todo andaba de maravilla allí abajo.

Zhang Yaozu sacudió la cabeza le estaba empezando a doler, todo esto era culpa de su tío y su tonta idea de un matrimonio arreglado.

"Los sentimientos se pueden crear con el tiempo"

Tal vez sí...

Pero él no quería comprobarlo.

Apretando los puños y manteniendo un rostro sereno a pesar de estar confundido por dentro Zhang Yaozu abrió la puerta.

Lo mejor era ser directo y conversar seriamente con su primo. No podía permitir que situaciones como esta o la del carruaje se volvieran a repetir.

Realmente tenía que asegurarse de que no hubiera una "próxima vez".

Aún así Zhang Yaozu no estaba preparado para lo que encontró.

Frente a él, las dos camas aún permanecían unidas, pero ya estaban ocupadas.

—¿Eh...?

¿Pero qué...?

Zhang Yaozu no supo que decir ni explicar exactamente lo que sentía.

Zhang Dalai y Zhang Ayan estaban durmiendo abrazados, muy juntitos uno del otro, como un par de gatitos acurrucados tratando de protegerse del frío.

El brazo de Zhang Dalai le servía de almohada a Zhang Ayan quién dormía con una pierna levantada enroscada en la cintura de su hermano.

La frente de Zhang Yaozu se arrugó y una vena se dibujó.

¡¿Pero qué carajos creía Zhang Dalai que estaba haciendo?!

¡¿Primero le hacía todas esas cosas a él para luego dormir tranquilamente en los brazos de su shimei?!

¡¿Quién demonios se creía que era?!

El disgusto resaltó en la mirada del futuro líder del clan Zhang ante tal "atroz" escena de afecto "fraternal".

CAMINANDO SOBRE LOS RESTOS DE MI PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora