CAMINANDO SOBRE LOS RESTOS DE MI PASADO

CAP 16 "LLEGANDO A LA SECTA"

Muy temprano en la mañana, Zhang Dishi y Zhang Meilin llegaron a la secta Baiyuan Chongsheng. La hermana menor, aún mostrando signos de somnolencia, dejaba escapar un bostezo ocasional, mientras un ligero temor aún se insinuaba en sus huesos.

Aunque la charla del día anterior había traído algo de calma al corazón de Zhang Dishi, (quien no podía tranquilizarse por completo sin leer alguna de sus novelas "depravadas") no podía evitar anticipar una reprimenda severa para sus hermanos mayores. Su hermana mayor los recibiría con un castigo proporcional a su comportamiento, un muy, muy doloroso castigo. Se estremecía de solo imaginarlo.

Ojalá ya no hubiera más cosas de las que se pudiera enterar.

Zhang Meilin y su hermana menor, al no tener el pase de entrada requerido para la secta Baiyuan Chongsheng, un trozo de madera tallado con el emblema de la secta y un hechizo específico que identificaba a los miembros del lugar, se limitaron a tocar a la puerta y esperar pacientemente a que alguien les concediera paso. Aunque era costumbre ingresar con el pase de membresía, la presencia de guardias vigilantes tras las majestuosas puertas de madera era igualmente habitual. Pronto, un discípulo apareció y entreabrió la puerta apenas lo suficiente para asomar su rostro. 

El joven preguntó por sus identidades de manera cortés, a lo que Zhang Meilin respondió presentándose a ella y su hermana menor y mostrando el emblema familiar: un fragmento de jade finamente tallado con la imagen de un lobo en su interior y el apellido "Zhang" grabado en su centro.

Tras examinar el emblema con detenimiento, el joven discípulo dirigió su mirada hacia las hermanas, manteniendo su expresión imperturbable. —Lamento informarles que, a menos que se trate de un asunto urgente, las visitas no están permitidas sin previo aviso. Les solicito que gestionen su entrada antes de intentar ver a los hermanos menores —respondió con cortesía.

!!!¿Qué demonios?¡¡¡ !!!¿Acaso este era alguna clase de internado que prohibía las visitas familiares al menos que sean por emergencias, festividades o la graduación del estudiante?¡¡¡

El joven estuvo a punto de cerrar nuevamente la puerta, pero Zhang Meilin la sostuvo con fuerza y, sonriente, le contestó —Por supuesto que mandé una carta, pero lo más probable es que aún no haya llegado o se haya perdido por mensajería. —Eso no era mentira. Sus dedos apretaron fuertemente el lado de la puerta que sostenía, quebrando una parte de la misma. 

Ella sí había mandado la carta, solo que aún no había llegado.

En otro lugar no muy lejano había un cartero que había tomado unos tragos de más y por no cuidarse bien, unas mujeres desconocidas lo habían dejado sin un solo centavo tirado en la calle.

Zhang Dishi se estremeció, inconscientemente retrocedió un par de pasos. Sabía que si su hermana mayor, quien siempre mantenía una expresión sin emociones, sonreía de repente, era señal de que algo malo iba a ocurrir. Decidió que era mejor mantenerse alejado si quería sobrevivir.

Y al parecer no era la única que sentía el peligro, a pesar de la sonrisa en el rostro de la mujer, sus ojos entrecerrados no parecían ser nada amigables. La presión que emanaba de su mirada terminó derrotando al hombre al otro lado de la puerta. Sus manos flaquearon y, de un momento a otro, de un fuerte golpe, la puerta se abrió por completo, impactando fuertemente con la pared de roca cercana. El hombre tragó en seco, agradecido de haberla soltado a tiempo. Podría haber terminado con el cuerpo golpeado por el impacto...

Comenzó a sudar frío, no era broma cuando decían que los miembros de la familia Zhang estaban especialmente dotados para el combate y poseían una fuerza que rayaba en lo sobrenatural. Un poco más y esta mujer que parecía tan delicada en apariencia, podría haber terminado derribando las enormes puertas de madera maciza de la entrada. La mera idea de enfrentarse a semejante fuerza lo hizo temblar involuntariamente.