Bienvenidos a INELK LENIO ENTERTAINMENT, la empresa número uno del entretenimiento de Corea donde una vez dentro no hay vuelta atrás. Una academia de formación de Idols rodeada de competencia, rumores y escándalos en la cual ahora formas inesperadam...
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Me paré frente al espejo largo de nuestro cuarto, enderecé mi falda y sacudí levemente las pequeñas partículas de polvo que habían caído en mi blazer negro gracias al rubor que había utilizado anteriormente. Bufé molesta al ver que esto había ocasionado pequeñas manchas rojas notorias al rededor del logo de la academia, con la punta remojada de una toalla fui dando lentamente toques encima de esta para poder lograr desvanecerla pero esto no había generado ningún resultado.
Resignada ante mis intentos fallidos até mi pelo con una liga y dejé pequeños mechones desubicados fuera del agarre. Ryu que se encontraba pasando por mi lado me ofreció de su perfume, este acto se debía gracias a que la noche anterior antes de dormir habíamos tenido una conversación en la cual yo le comentaba que me hacían falta varias cosas que había dejado en mi país, donde una de esas era el perfume.
— Déjate suelto el cabello. —comentó después de entregarme el objeto.
La miré sin articular ni una sola palabra y solté la liga que ataba mi pelo. Ryu se ubicó detrás mío y comenzó a peinarlo con extrema delicadeza tratando de no lastimarme al jalarlo, echó en este una crema que de igual forma era de su propiedad y olía sin duda alguna exquisito.
— No es necesario. —contesté viéndola hacerlo.
Esbozó una sonrisa y negó con su cabeza levemente.
— Es necesario —agregó— es tu primer día de clase y no planeaba dejarte ir así como estabas de desaliñada.
Arqueé la ceja un poco indignada y chasqueé la lengua ante su comentario, según yo me había arreglado de la mejor manera posible para la clase de hoy y ella lo había catalogado como algo "desaliñado".
— Quizás no me entiendas —dijo riendo mientras dejaba el cepillo encima de la mesa de noche que se encontraba al lado del espejo— pero aquí en Inelk Lenio es de suma importancia el como te veas.
Su mirada se posó en el espejo que le permitía ver por completo mi apariencia y ubicó sus manos en cada uno de mis hombros.
— Sería una mala compañera si no te guio los primeros días. —agregó — Ya estás lista, te ves sumamente perfecta.
Sonreí y me giré para verla frente a frente.
— No tengo palabras para agradecerte lo que haces por mi Ryu.
Esta sólo me mostró sus dientes mientras sonreía, se desplazó hasta nuestra litera compartida y de la cama superior bajó su mochila, una vez acomodada en su espalda se encaminó hacia la puerta.
— Ten un bonito día hoy y trata de no retar a tus profesores. —dijo burlonamente.
Me reí ante su comentario y le aclaré que no prometía nada, esto ella lo sabía debido a que ayer, después de lo sucedido en la cafetería decidí que lo mejor era regresar a mi cuarto y una cosa llevo a la otra, donde no sé ni como pasó pero le terminé chismoseando todo lo que me había pasado antes y después de llegar aquí.
