Bienvenidos a INELK LENIO ENTERTAINMENT, la empresa número uno del entretenimiento de Corea donde una vez dentro no hay vuelta atrás. Una academia de formación de Idols rodeada de competencia, rumores y escándalos en la cual ahora formas inesperadam...
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—Me voy a ir preparando mentalmente si el viaje es mañana —dije acomodándome en mi silla.
Tae me miró curioso como si quiera preguntar algo pero sólo se limitó a asentir, este chico tenía una clara obsesión con llevar gafas porque ciego no estaba.
Seo se arremango el suéter que llevaba dejando ver sus tatuajes y dejó sobre la mesa los tickets de avión.
— Al menos no será tan tedioso como la ultima vez. —bebió de su café Kim— La ultima vez si que fue horroroso, aunque no haya sido el viaje a Latinoamérica pero igual —respiró pesadamente— pasar de Taiwán a Tailandia para luego irnos de Japón a Corea y todas las audiciones no duraban menos de seis horas.
Taeyang formó con su mano izquierda un like y guiñó su ojo, los tres teníamos esa estúpida costumbre cuando preferíamos no hablar.
— Bien, iré a alistar mi maleta entonces —me levanté y acto seguido lo hizo Seo.
— Te acompaño, de todas formas mi maleta ya está lista desde hace unos días —asentí recogiendo mis cosas para salir de la cafetería.
— Invitare YoonYun, quiero despedirme de ella —aclaré— lo digo por si no la quieres ver, tienes tiempo para irte si así lo deseas —se rio un poco y suspiró.
Él y mi ex compañera de grupo YoonYun habían tenido un romance en secreto durante largos meses pero finalmente estos decidieron terminar por sus "agendas apretadas" pero bien sabíamos todos que el CEO actual había querido separarlos por el único hecho que Kim Seo tenía tatuajes por ende este prefería evitar un escandalo que consumiera a nuestro ex grupo.
— No me molesta —se rasco la nariz— voy por acompañarte a ti, no a ella y pues si va a estar por mi no hay problema, te ayudaré a empacar y te haré compañía, es todo lo que quiero —caminó aumentando su velocidad.
Lo miré tierna por sus palabras, detrás de ese chico todo rudo y lleno de tatuajes se escondía un amor de persona.
Llegando a casa dejamos nuestras cosas en mi cuarto y empecé a empacar.
— Tienes aún fotos de tu época de idol —Seo se paseaba por mi tocador donde tenía un collage con las ex miembros de MoonSteal.
— Sólo esas, prefiero no recordar más de la cuenta.
El chico tatuado rio y cogió en sus manos las fotos impresas. El timbre sonó y al verme ocupada empacando tuvo las intenciones de ir a abrir.
— YoonYun, que milagro —dice dejándola entrar.
YoonYun lo analiza de pies a cabeza y sonríe, donde hubo fuego cenizas quedan.
— Lo mismo digo Kim, ¿Se encuentra la peli roja candente? —Seo señala mi habitación.
Los pasos de mi amiga resuenan por la sala hasta llegar a mi cuarto.
— Señorita visual es un placer volverla a ver —dice mirándome desde el marco de la puerta— ¿A ti te pega bien la pubertad o las cirugías? —se ríe.
— Yo creo que ambas Yu —me levanto y me dirijo hacia ella para abrazarla— te juro que me hiciste una falta.
YoonYun me abraza fuertemente y empieza a llorar.
— No te veía desde hace tiempo —decía sollozando— no te vuelvas a ir así como así, solo le dabas razones para que la gente te odiara más y... —le interrumpí.
Negué con la cabeza y me separé.
— Por favor no toquemos el tema.
Seo miraba concentrado, se acercó para abrazarme y depositar un beso en mi mejilla.
— No tuviste la culpa de eso que sucedió, fue grave si, pero la culpa no fue tuya preciosa —dijo pasándole un vaso con agua a Yu.
Saqué mi maleta y mis cosas restantes a la sala para empacar con ellos, Yu me empezó a molestar con mis adornos de cristal diciendo que era una ricachona por todo lo que tenía mientras que Seo solo molestaba con mis cachetes y ayudaba a empacar mi ropa.
La noche cayó y el cocinero Kim se colocó manos a la obra, era un chico increíble de todas las maneras posible, bailaba, cantaba, rapeaba, cocinaba y en teoría era el "visual" perfecto para la empresa.
Nos deleito con su delicioso byeongtang, kimchi y para beber eumcheong. Extrañaba tenerlos así de unidos, así de cerca.
— ¿Y ya has hablado con las integrantes de Stervia? —negué— ¿No les piensas decir que deben cambiar de mánager?
— La verdad es que no encuentro la forma. Me da penita por ellas, sé que no van a encontrar otro mánager y se irán al sótano mandándolas a Hiatus o en su peor caso desintegrándolas, son buenas, no deberían desperdiciar así sus talentos.
— Pues así es esto, bienvenida al mundo del espectáculo pequeña Soomi —agregó Yu— lo que no sirve en venta se desecha.
Solté una bocanada de airé frustrada ante todo lo que me tocaba realizar.
Me despedí de ellos una vez terminado todo y Seo deposito un beso en mi mejilla antes de irse, mañana era el gran día del viaje, ni siquiera íbamos a tener tiempo de respirar, llegábamos y era directo a trabajar.
.......
El ruido de mi celular me despertó, tenia como 7 llamadas perdidas de Tae y un mensaje de Seo donde me preguntaba donde andaba. Mire la hora y me di cuenta que iba tarde ¡menuda mierda!, habíamos quedado de encontrarnos a las 4 am en la casa de Tae y como siempre mi memoria de pollo no me acordó de colocar alarmas.
"Voy en camino" textie a Tae. Me aliste super rápido y cogí las maletas, me dirigí a el taxi que había pedido mientras me alistaba y me di cuenta que llegaría aún más tarde con este tráfico asqueroso.
— Perdón, perdón —dije apenas contesté la llamada— no sentí la alarma, perdón —mentí.
— ¿No sentiste la alarma o no la colocaste?—preguntó el adicto a las gafas, ¡mocoso este! Me conocía muy bien.
— El caso es que ya voy —reí nerviosa— deberían ir a el aeropuerto y ahí nos encontramos, es mejor porque hay mucho trafico y ya de por si llegamos tarde — sólo obtuve un "bueno" de su parte y colgó.
Una media hora después llegué y los encontré ahí parados.
— Tarde como siempre —molestó Seo.
Lo miré indignada y le cuestione.
— Nunca llego tarde —hice puchero— es mi primera vez oye.
Taeyang permaneció en silencio, creo que se había molestado por mi tardanza. Cogieron mis cosas y las llevaron a donde se debía, nuestro vuelo ya iba de salida y de suerte habíamos llegado justo a tiempo o sino lo habríamos perdido.
La gran aventura estaba apunto de iniciar para nosotros y para los chicos que fueran elegidos, deseo con todo mi corazón que entren a la academia gente realmente talentosa y con mucha fortaleza mental.