Bienvenidos a INELK LENIO ENTERTAINMENT, la empresa número uno del entretenimiento de Corea donde una vez dentro no hay vuelta atrás. Una academia de formación de Idols rodeada de competencia, rumores y escándalos en la cual ahora formas inesperadam...
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La noche cayó y el toque de queda comenzó. Los jóvenes aspirantes se dirigían eufóricos corriendo y gritando con un montón de papeles en sus brazos por todos los pasillos intentando llegar a tiempo a su habitación.
Resoplé al recordar como todos los alumnos aquí éramos regidos en base de reglas absurdas que teníamos que cumplir de manera obligatoria sin falta alguna para poder evitar perder el cupo que la empresa nos ofrecía.
Giré la perilla de mi cuarto alejando este tipo de pensamientos que me ponían de malas con tan solo tenerlos en mi mente y una vez dentro me encontré a mis tres compañeras ya empijamadas y arrecostadas en sus respectivas camas.
Sin animo de incomodar dejé lentamente el bolso en la mesita de noche y me ubiqué en mi colchón; mi día había transcurrido con bastante normalidad hoy, la clase de canto se había vuelto a repetir una vez más porque de una u otra forma era la prioridad para la gente de nuestra categoría, después de esta pasamos a otras clases de relleno sin importancia alguna donde sólo y únicamente destacaba entre el montón la clase donde me enseñaban el idioma coreano antes de acabar la jornada.
Decidí cerrar los ojos un rato cuando el sonido de alguien revolcarse entre las sabanas resonó por la habitación llamando mi atención.
— ¿No te vas a cambiar? —susurró Ryu desde la parte superior de nuestra litera sentándose en esta.
Ladeé mi cabeza para poder mirarla y negué levemente.
— ¿Quién duerme con su uniforme puesto?. —cuestionó.
— Es evidente que no voy a dormir con mi uniforme puesto. —rodeé los ojos mientras la veía de brazos cursados.
La chica enarcó su ceja y me miró fulminante.
— Entonces.... —se quedó pensando— ¿Qué es lo que va a hacer mi querida compañera esta noche que le impide cambiarse e ir a dormir?
Reí en tono bajo ante la elección formal de sus palabras.
— Saldré cuando todos se vayan a dormir. — contesté acomodándome.
Ryu cambió su cara de curiosa a una con semblante totalmente serio.
— ____ , por favor, no te metas en problemas —su tono demostraba cierta pizca de preocupación— llevas dos días acá y ya te planteas en hacer cosas que se supone NO deberías hacer. —pauso—¿No te bastó el encararte a tu superior?.
Cerré los ojos y decidí no contestar a su pregunta. Ryu al ver que no obtenía respuesta alguna resopló y se acomodó nuevamente en su cama para lograr dormir.
Esperé durante aproximadamente una hora a que todos los ruidos provenientes del pasillo cesaran. Minutos después escuché ciertos pasos resonar desde afuera donde lo más seguro es que estos provinieran de la persona encargada de la ronda de vigilancia.