Lo mejor es no dejar que pase mucho tiempo

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Aaaay Loli, estoy muy enamorada de Agus. Amo su sonrisa, su risa, la manera en que se queda dormida en mi pecho. La forma tan especial en la que habla. Ya llevamos tres años de relación Loli. Perdón por dejar de escribir. Recién te volví a encontrar en un cajón en el que te había guardado, el día en el que decidimos con mi novia mudarnos juntas. No, tranquila, no me olvide de vos, lo que pasa es que mi vida dio un giro muy inesperado. O sea, yo, la chica que estaba enamorada de su mejor amiga, que después tuvo su primera vez con su mejor amigo, para darle paso a una relación con su mejor amiga, que duró muy poco, y en el momento menos esperado se encuentra con el amor de su vida… si querida amiga de papel, esos fueron mis últimos años, y sos testigo de todo.

Después del trío con Fede, decidimos empezar a hacer que nuestra relación fuera más seria. Experimentamos el estar con un chico las dos juntas, y a pesar de que estuvo muy bueno, queríamos quedarnos nosotras dos, como pareja. Con él manteníamos la relación de jugar a la play o de pasar rato, como amigos.

-Che, princesita lesbiana.- me dijo una vez mientras jugábamos al juego de lucha que tanto nos gustaba. – ¿pensas oficializar algo más con Agus?

-¿A qué te referís? – no pude evitar sonreír, sabía sobre lo que me estaba hablando.

-No te hagas la boluda… pero bueno, voy a sentarme a esperar la noticia, solamente te doy un consejo – hizo una pausa dramática –no dejes  que el tiempo pase.

Dicho eso se despidió de Agus y salió  por la puerta. Al verlo irse, me acerque silenciosamente a mi novia, y la abrace por atrás, besándole el cuello y las mejillas.

-Hola bonita, ¿me extrañaste? – dijo en tono jugueton.

-Si, te extrañe mucho mi amor – nos besamos por un buen rato, hasta que corte el beso. – vamos a la camita, bebe, tengo muchas ganas de mimarte.

- ¿Solo mimitos, mi vida? – sonrió de una manera muy especial.

-Ajam… Y te confieso, que espero que te duermas en mi pecho, así puedo verte dormir, te ves muy tierna así.

-Dale zonza, haces que me sonroje.  – agarro mi mano, y juntas nos fuimos a acostar. Vimos una peli muy romántica, nos quedamos charlando un rato, hasta que se durmió en mi pecho.

Y si Fede tiene razón Loli, y ¿si no tengo que dejar pasar el tiempo?

Diario de una lesbiana escondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora