La carne es débil... dicen

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Si Loli, por favor no me juzgues. No me sentía bien así como estaba. Las cosas con Agus habían quedado horrible la noche anterior, ella me había rechazado, aunque haya dicho que no. Y yo simplemente tenía que dejar que eso pasará, pero no pude dejarlo pasar así nomas, tenía que encamarme otra vez con mi mejor amiga, con mi ex novia.
Si fue maravilloso, muy pasional y sin nada de amor, solo lujuria. Besos, gemidos, más besos y más gemidos, hasta que las dos quedamos rendidas.
"- Mira, seguís siendo mi mejor amiga
- Como te gusta recordarmelo, eh, ni siquiera después de hacer que se te fuera lo perra seguís diciéndolo - me sacó la lengua y nos reimos.
- Tontita, no me dejaste terminar. A lo que voy, es que te conozco. ¿Que es lo que pasa?- y ahí estaba yo, otra vez abriéndole mi corazón a Gabi, contándole todo lo que había pasado con Agus, que me había rechazado y que era la segunda, de distintas manera y en distintas circunstancias pero ya iban dos al hilo, y que necesitaba distraerme, y que recurrí a ella. Me dio un leve beso y me abrazo.
- Anto, tenes que decirle a Agus como te sentís y lo que acaba de pasar, no es que me importe en lo más mínimo como se sienta ella, pero si me pongo un poquito en su lugar y me gustaría saber si mi novia tuviera sexo con otra chica el mismo día que yo le dije que esperáramos para casarnos. De verdad, no lo digo por Agus, lo digo por vos, tenes que darte el derecho a ser sincera con vos misma. Deja de engañarte. - me dio un beso más. - me voy, cualquier cosa, llámame. - Se vistio, me permeti una vez admirarla, para después darme una larga ducha. Tenía mucho que pensar, y reflexionar. Seguramente Gabi tenga razón.
Recordé la última vez que tuve sexo con Agus, sus labios recorriendo mi cuello, saboreando yo con mi boca cada rincón de su húmedo cuerpo. Sintiendo como se le agitaba la respiración al yo rozarle su vagina con mi lengua y como me hacia acabar ella. Y bueno... Ya hace mucho que no teníamos sexo. Tenía que sentarme a hablar con ella.

Escuche la puerta abrirse y me puse una toalla sobre mi cuerpo. Y ahí estaba Agus, nos miramos y enseguida nos empezamos a besar, quedamos las dos tiradas en la cama y con una rapidez inusual en mi, la desvesti. Enseguida me puse a chuparle los pezones, succionandolos y disfrutando. Ella me empezó a besar el cuello, y al momento en que estábamos tan excitadas, nos pusimos a tijerear. Acabamos las dos, juntas.
Se acosto en mi pecho y me dijo:
"- Tenemos que hablar" - asentí, creó que ambas debíamos abrir nuestro corazón y sincerarnos.
Le conte sobre Gabi, y ella también me dijo que estaba conociendo a alguien, nada serio, pero que a eso se refería con que vivamos una relación "más joven" y ambas llegamos a la conclusión de que después de estar con otras teníamos mejor sexo, pero yo igual no me podía permitir ser abierta en esta relación y no saber si mi novia iba a volver en la noche o si no se iba a ir a meter en la cama de otra persona, yo no quería eso para mi pareja. Así que después de mucho charlar, llegamos a la conclusión de que íbamos en carriles separados, y que si se tenía que dar, nos íbamos a volver a encontrar.
Nos dimos un beso más, y ella salió de nuestra casa, la que ahora volvió a ser sólo mía.
Llore un largo rato, le comunique a mi mejor amigo, Fede, que se había acabado la relación y que decidi alejarme de todo.

Diario de una lesbiana escondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora