Despues de que Fede se fue de casa, lo único que podía hacer, era llorar. Se me había caído la ultima esperanza de que volviera a estar de novia con Gabi, simplemente era algo que no iba a volver a pasar. Deje de contestar el teléfono, bueno, a mama y a papa si los atendia, pero casi ni charlábamos, y cuando venían para casa, me encontraban siempre con fiebre, era algo que se estaba haciendo costumbre en mi.
Hoy la mañana me desperté y vi que tenia un mensaje de Fede, donde me pedia perdón por no contarme y que estaba muy preocupado por mi. Mi mama le había mandado un mensaje también a el diciéndole que yo estaba con fiebre, por esa razón el estaba a punto de venir a mi casa. Intente cambiarme de ropa, pero no pude mas que ponerme un joggin rojo, y una remera roja con los diamantes de Harley Quinn.
-Estas usando la remera que te regale. – dijo emocionado cuando me vio. Solo pude abrazarlo bien fuerte. – estas volando de fiebre.
-No, estoy bien. – trate de convencerlo, pero fue en vano.
-A la cama, pero antes te vas a dar una ducha para que se te baje la fiebre. – me mando.
-Ufa.- y le hice un pucherito de bebe
-Que tierna que sos – sonrio.- pero no hay pucherito que valga. – me agarro de la mano y me llevo hasta el baño.
-No quiero, de verdad, tengo frio. – estaba a punto de ponerme a llorar.
-Dale, Anto, por favor, tenes fiebre, y es la única manera de que te baje. – sonaba muy convincente.
-Bueno.- se cruzo de brazos sonriendo triunfante.- Fede, me encanta que te quedes conmigo, pero tengo que desnudarme, te molestaría darte vuelta, o mejor salir del baño… dudo que quieras verme desnuda.
-En realidad, tengo muchas ganas de verte desnuda, mi princesita lesbiana. - me guiño un ojo de forma sexy y salio del baño dándome mi momento a solas.
Cuando salgo, me envuelvo solo en la toalla, y me dirigo a mi cuarto donde mi amigo estaba acostado en mi cama, le salte arriba, sujetando fuerte la toalla, cosa de que no se me viera nada, y me tape con las sabanas.
Volvio a sentir mi temperatura.
-Estas con fiebre, princesita. Dormi un rato, yo te cuido.
-¿Como esta? – no podía evitar preguntarle por Gabi, era necesario para mi saberlo.
-Esta bien, volvió a su trabajo, y ahora esta de vacaciones unos días, en una quinta, con una amiga de ella. Mando un mensaje diciendo que esta bien, y que se esta divirtiendo.
-¿En una quinta? Y no fue capaz de contarme, o de decirme que estaba bien. Las cosas se estaban poniendo feas para mi otra vez. Por mas que era su novia, siempre fui su amiga. Casi casi que empiezo a soltar unas lagrimas.
-Eeeeu, no llores Anto, te va a hacer peor a como estas. Acostate, tapate y dormi.
-Se fue, y yo ni enterada de su vida, ya me saco…
-Basta princesita, a dormir. – me tapo bien.
-Fede, ¿te quedas conmigo? – otra cosa que no pude no preguntar.
-Obvio que si. Se acostó al lado mio, y me acosté en su pecho, donde me quede dormida, llorando en silencio. Lo que si, tenia un perfume muy rico, pero no se lo dije.
