Si Loli, estuve llorando mucho. Pero de una forma me sentía liberada y a la vez protegida por mi amigo, que me tenía entre sus brazos y cerrando los ojos me permití dormir, cosa que hace muchas noches no podía hacer.
Cuando me despierto al otro día, encontré al lado de mi cama, una bandeja con una taza de chocolatada caliente y tostadas. Fede sabe que me encanta ese desayuno.
-Come algo Anto. Estas muy deteriorada. - sonreí. Me sentía realmente querida.
- Esta bien, pero solo porque me tentaste con la chocolatada caliente.
-¿Y las tostadas? ¿Esas no me las reconoces? - tenía que hacerlo, sabía que detestaba hacerlas.
-Bueno, está bien. Y también me tentaste con las tostadas. - desayunamos juntos. Contándonos cosas sin profundizar y haciendo chistes. - Fede, ¿porque viniste anoche?
- Si queres me voy. - le tire un almohadonazo.
-No tarado, quiero decir, ayer viniste en la posición de que tenías que decirme algo muy importante y que no te podías quedar mucho tiempo, y resulta que te quedaste toda la noche, cuidándome, y encima, me hiciste un desayuno. ¿Qué era lo que me tenías que contar?
- Bueno, ya que veo que comiste, dormiste y te sentís querida, lo cual, es muy cierto, puedo decirte lo que te venía a decir. - Por fin - pero antes quiero saber, ¿te molesto que haya venido?
- Euuu, no, para nada, desde que Gabi se fue esto es lo mejor que me paso. Hace dos semanas que no puedo dormir, y ni te cuento de comer, me estaba quedando sin fuerzas para, nada... - tuve que bajar la vista.- pero estoy intrigada de tu visita.
- Gabi está en mi casa. - QUEEEE?
- QUEEE? - le grite y prácticamente me le tire encima.
- ¿Viste que ella me llamo para que la fuera a buscar? - Asentí- bueno, la traje hasta acá y me pidió que por favor la esperara, que tenía que venir un ratito y que después quería que la volviera a llevar. No me pareció de lo más sensato lo que me había pedido, pero ocurrido el trauma, no tenía manera de decirle que no. Al salir en lágrimas de acá, pensé que te había contado las cosas. Por lo que se lo pregunte y ahí fue cuando me dijo que las cosas entre ustedes se habían acabado, y que ella fue la que lo hizo, porque necesitaba alejarse de todo. Le ofrecí a llevarla a su casa, y se negó rotundamente. Me pidió que si podía venir hasta mi casa, por unos días, y te reitero, pasado lo que lamentablemente le paso, no pude decirle que no.
-¿Porque no me lo dijiste antes? - le grite, tirándome esta vez encima de el - porque mierda no viniste antes a decirme que mi novia estaba en tu casa. Preocupándome semanas por ella, porque no sabía dónde carajos estaba, y resulta que la tengo a mucho menos de lo que pensaba. Tendrías que haber venido antes, y no quisiste. ¿PORQUE?
-Es que, no quería que viniera. No quería que la dejara sola ni una sola vez, no podía salir de ese departamento, lo que te confieso, fue muy raro, me sentía aprisionado.
-No importa, no importa Fede. Lo sabias, es más, la tuviste todos los días durmiendo en tu cama. - una idea que preferí descartar se cruzó en mi cabeza. - Viendo sus ojos, escuchando su voz, rogándote que te quedaras cuidándola, y ni siquiera ninguno de los dos pensó en mí, pensó en venirme a decir que no fuera lo suficientemente estúpida para seguir buscándola. - lágrimas de dolor y enojo salían por mis ojos. Las seque rápidamente, me levante de encima de Fede, y le pedí que se fuera. No quería verlo por ahora.
-Anto...
-Si Fede, ya sé que vos no tienes la culpa. No te culpo a vos, solo un poquito por no venir antes a decirme las cosas. La culpo a ella, por elegirte a vos, antes que a mí, soy su novia, perdón, era su novia, no tenía derecho a hacerme algo así. Corrió a los brazos de su ex, y no fue capaz de quedarse con su actual. - Seguía llorando yo.- Y te reitero, no te culpo a vos.
-Anto, yo tendría que habértelo dicho antes. - lo calle con un beso, y cerré la puerta, dejando a un Fede muy sorprendido.
Si Loli, no sé porque lo hice, pero fue lo único que me salió en ese momento. Me deje llevar por no sé, simplemente quise hacerlo. No fue lo correcto, no me juzgues, pero necesitaba que salga de la casa, y que me dejara llorar.