Por fin tengo un amigo

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Fede sabe que me gustan las chicas. Se dio cuenta por como miro a Gabi, cuando me lo pregunto, no se lo pude negar y le dije que si me quería dejar de hablar, lo iba a entender. Y simplemente me fui, y deje de hablar con él hasta que me agarro en la salida. No dijo nada al principio, solo me abrazo, y yo me deje abrazar.

"- No voy a dejar de hablarte boluda. No me importa si sos lesbiana. - y me sonrió, nos fuimos riéndonos y haciendonos chistes mutuamente.

A la tarde, me mando un mensaje preguntando si quería salir a la plaza, queria saber mas de mi. Y yo quería charlar con él.

"- Nadie sabe que soy lesbiana. No se lo pude contar a nadie nunca, ni siquiera a mi mejor amiga. No me siento preparada para que lo supiera, pero a la vez siento las ganas de gritarselo al mundo y la tristeza de no poder hacerlo.
- Ah, sos una lesbiana escondida. - eso me provoco una sonrisa y largue una carcajada. - pero que hermosa risa que tenes y una sonrisa que podria gustarle a cualquiera. - mire para abajo y me sonroje.

- Sos la primer persona que me hace un piropo. Nunca tuve novio, ni novia, y como ya debes darte cuenta - mire para todos lados y me acerque a su oreja - no di mi primer beso y soy virgen. - no se porque le confese todo eso, simplemente me dio la confianza de hacerlo.

- Lo de la virginidad lo entiendo - respondio - pero lo del beso, eso si no lo puedo entender, sos muy bonita, nadie quiso besarte?
- Nopiti, ni siquiera intentarlo. Y yo tampoco quiero besar a cualquiera, seria mi primer beso, quiero que sea especial.
- Sos muy especial, Antonella. - me sonrio y no pude evitar volver a quedarme mirando sus labios."

Me acompaño hasta mi casa, y ahi nos despedimos.

Es algo raro, pero se siente muy lindo tener a Fede para confiar.

Diario de una lesbiana escondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora