Ya hace dos semanas que no se nada de mi novia, o ex, la verdad me cuesta y duele creer que algo tan hermoso podía durar tan poco. Puse todo de mi. Pero yo no soy esa chica, yo podría cuidarla, la respetaría, jamas le faltaria el respeto, pero simplemente ella me alejo de su vida. Odio a esa persona, que le hizo tan mal a mi amada.
Si Loli, la busque por todos lados. Fui hasta su casa, su mamá dijo que no estaba, que se había ido después de lo ocurrido. Me dejo tranquila que mi suegra, digo, la mamá de Gabi supiera lo que paso, pero no podía relajarme del todo. La extrañaba.
Una noche, ya preparada para acostarme, suena el timbre, dado lo ocurrido en otra ocasión con Gabi, no iba a permitirme no atender el timbre a la primera que sonaba.
"- Quien es? - ansiaba escuchar una dulce voz, que tan bien conozco y que me relajara por completo.
- Yo, princesa lesbiana. - Fede. No lo esperaba. Esa es la realidad. Pero igual fui a abrir la puerta. Tal vez verlo, me hacia distraer y entonces podría por fin una noche volver a dormir un poquito más relajada.
- Hola Fede, que haces acá tan tarde? - le abrí la puerta y lo invite a pasar.
- Esta bien, paso, pero solo un ratito. Tengo que volver rápido a mi casa. - eso me sorprendió, mas que su venida a mi casa en ese horario.
- Solo un ratito? Que pasa?
- Sentate. Vamos a hablar seriamente, y quiero que entiendas muy bien lo que te voy a decir, sin enojarte, sin ponerte mal y mucho menos sin que pienses cualquier cosa.
- Dale Fede, me estas poniendo mas nerviosa de lo que ya estoy. No puedo estar tranquila, mi novia, o ex novia me dejo, porque la violaron, hace dos semanas que no se nada de ella, y no se si va a querer volver a estar conmigo. Queres que tranquila? - decía eso en lágrimas y gritando. - simplemente... No puedo. - Fede me abrazo, sin decirme nada mas. Escondí mi cara en su pecho y me permití lo que desde la ultima vez que vi a Gabi no hacia... Llorar, desconsoladamente, llorar como si no hubiera un mañana.