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Doyoung llegó a la pastelería y saludó con una sonrisa a todos sus compañeros, o al menos a los que estaban presentes.

—¿Y Mark? —preguntó, acomodándose junto a Hendery y observando que era Jungwoo quien estaba en la caja.

—Está en celo y hace un tiempo está saliendo con un alfa, así que deben estar juntos en este momento —sonrió Kunhang, retomando su trabajo de acomodar los dulces en el mostrador.

Doyoung volvió a sentir esa molestia cada vez que hablaban de algo que iba más allá de la vida de los beta. Dio una mirada rápida a Jungwoo, quién controlaba los números mientras acariciaba con tranquilidad su vientre.

El beta regresó la atención a su trabajo, pero no podía negar que extrañaba a Jungwoo y al inquieto bebé de su interior. Pero él no podría tomar el lugar de padre, nunca. Tampoco podría ser pareja de Jungwoo. Aunque sea correspondido y se amaran, él tenía una pareja destinada en algún lugar y Doyoung no podía hacer nada contra eso.

...

Tres días más tarde, Mark regresó a trabajar con una sonrisa. Doyoung se extrañó al verlo, el celo duraba casi una semana, pero lo entendió todo al ver la brillante marca roja en su nuca. Kunhang lo felicitó al saber que el alfa con el que estaba saliendo realmente era su destinado, y Doyoung se sintió aún más inútil, ni siquiera podía felicitarlo con sinceridad.

Ese agobio, a diferencia de otras veces, no desapareció con el pasar de las horas. Estando en su cama, no dejaba de dar vueltas y sabía que esa noche no podría dormir. Pero no se imaginaba que la razón se encontraba al otro lado del pasillo.

Cerca de las dos de la mañana continuaba con los ojos abiertos, en alerta. Su teléfono comenzó a sonar y en menos de un segundo había atendido la llamada. Esperó por varios segundos la contestación, pero antes de volver a hablar, escuchó sollozos al otro lado. Sin esperar mucho más, se vistió y corrió al apartamento de Jungwoo.

El menor abrió la puerta en cuanto sintió los golpes, con su rostro lleno de lágrimas. Doyoung lo abrazó con cuidado, dejando que se desahogara y le contara lo sucedido. Hacía tiempo no entraba a su apartamento y lo veía un poco cambiado, pero no era momento de fijarse en eso. Doyoung lo llevó al sillón y controló que todo estuviera bien con él o el embarazo.

—Lo siento —comenzó Jungwoo, luego de tomar un poco de agua y calmarse—. Tuve una pesadilla y creí que había perdido a mi bebé —las lágrimas volvieron a correr por sus mejillas y el pecho de Doyoung se comprimió aun más—. He tenido algunas contracciones pero en la pesadilla me despertaba sangrando y con un fuerte dolor. Yo...

Doyoung dejó un beso en su frente antes de ir a la habitación. Su pesadilla podía significar algo y eso lo preocupaba, aunque fue un alivio no ver sangre en la cama. Tomó el bolso del bebé y del padre que habían preparado tiempo atrás y decidió llevar a Jungwoo al hospital. Debía asegurarse que esa pesadilla no se volviera realidad.

Regresó a la sala y se detuvo en seco al ver a Jungwoo de pie, con el rostro pálido y la mirada perdida.

—Creo que rompí fuente —murmuró.

Doyoung sintió que estaba por entrar en pánico. Hizo unas respiraciones antes de tomar el teléfono y pedir un coche. Sujetaba la mano de Jungwoo con firmeza, intentando darle seguridad, algo que él no tenía.

Ayudó a Jungwoo a bajar las escaleras haciendo ejercicios de respiración con él mientras las contracciones lo paralizaban unos segundos. Lograron llegar a planta baja sin problemas y esperaron al vehículo. Jungwoo se retorcía con las contracciones que se volvían cada vez más fuertes. Intentaba convencerse de que ese dolor era totalmente normal y que nada malo le estaba pasando a él o al bebé, pero la pesadilla volvía a reproducirse en su mente una y otra vez.

El viaje en coche fue rápido y atravesaron las puertas de emergencia poco después. Algunos enfermeros se acercaron a socorrerlos, Doyoung dijo el nombre de su doctora, pero ya la había llamado por teléfono durante el viaje así que sabía que estaba en camino.

Jungwoo fue llevado a una habitación donde le harían los primeros exámenes antes de derivarlo a la sala de parto. Doyoung estuvo a su lado todo el tiempo, pero sabía que algo iba mal, no con Jungwoo o el bebé, sino con él. Podía notar las miradas de algunos enfermeros sobre él. Lo llamaron un momento fuera de la sala y entonces Jungwoo también lo notó.

—Disculpe —comenzó un enfermero. Le pasaba por una cabeza y media y era el doble de ancho que él—, usted es beta, ¿verdad?

—¿Hay algún problema? —Doyoung quería creer que lo que se estaba imaginando era una tontería, pero no fue así.

—El paciente embarazado es omega y no parece ser su hermano, ¿usted es el padre? —si decía la verdad, no podría estar junto a Jungwoo, y no quería dejarlo solo. Pero no estaba seguro de qué pasaría si mentía.

—Él es mi pareja —Doyoung se volteó sorprendido al escuchar la voz de Jungwoo a su espalda—, y este bebé es de él. ¿Tienes algún problema con eso? ¿Crees que es momento de estresarme más de lo que estoy? —El enfermero rápidamente se disculpo y se apresuró a regresar a Jungwoo a la camilla.

—Lamento esto —la voz de Wendy a su lado lo sobresaltó—. Aun hay personas que no logran entender que el mundo va más allá del género primario o secundario.

Empujó a Doyoung junto a Jungwoo y comenzó a analizar los exámenes del paciente. Los calmó diciendo que el bebé estaba preparado para salir, la dilatación era la necesitada, y todo estaba en regla. Como habían acordado, irían a parto natural como primera opción y pasarían a cesárea si existían complicaciones, pero todo estaba bien, así que prepararon a ambos para pasar a la sala de parto.

You saved me •°• DoWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora