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El celo de los omegas duraba una semana, como mínimo, excepto que tenga un alfa que los satisfaga, dando por terminado el celo en ese momento. Por eso Doyoung, Mark y el dueño de la pastelería se sentían confundidos cuando Jungwoo regresó antes de tiempo a su trabajo. Doyoung evitaba la mirada de todos porque sabía que ellos sospechaban algo.

La mordida era considerada una forma de enlace entre parejas incluso más íntimo que las relaciones sexuales. En alfas y omegas servía, además, para que el omega no atraiga a otros alfas con sus feromonas. Un beta jamás podría marcar a un omega de esa forma, aun así Doyoung cedió ante el pedido de Jungwoo. Doyoung sabía que no significaba nada, la marca desaparecería con el tiempo, pero Jungwoo insistía con decir que solo debía marcarse tantas veces como sean necesarias hasta que se hiciera permanente.

Doyoung terminó aceptándolo, Jungwoo había ganado, logró que reconociera su amor y ahora eran pareja. Jungwoo estaba muy feliz, pero Doyoung seguía tomando precauciones, después de todo, él no era su alfa.

—¿Podemos hablar un momento? —Kunhang lo llamó a un lugar apartado. Doyoung obedeció, sin saber lo que venía—. Supongo que tienes muchas preguntas... Yo también tengo una pareja omega —Doyoung iba a refutar, pero se contuvo—. Estuviste con él durante su celo, ¿verdad? —Doyoung asintió, algo avergonzado—. Los omegas no necesitan un alfa para satisfacerse y que su celo termine, simplemente necesitan a quien amen, lo digo por experiencia.

—Tal vez es simple casualidad.

—Claro que no —río el menor—, créeme, lo hemos investigado y tengo dos años de experiencia en eso. El celo continúa hasta que el cuerpo y el alma están satisfechos, si fuera algo solo carnal, no hubiera terminado antes de tiempo. Y, si él realmente te ama, incluso siendo beta, sus feromonas te afectan más de lo que jamás experimentaste.

Doyoung asintió, aun con muchas dudas, pero una pequeña esperanza se instalaba en su pecho.

—¿Cómo haces para no preocuparte por que aparezca su destinado?

—Por supuesto que me preocupa —rió con pesadez—, pero si estoy pensando en eso constantemente, no disfrutaré el tiempo junto al amor de mi vida.

Doyoung le sonrió con dulzura y cada uno volvió al trabajo. Su compañero tenía un poco de razón, pero él ya había salido con un omega durante la secundaria que no dudó ni un segundo cuando encontró a su destinado, y aunque fue un corto amorío de adolescentes, lo marcó para todas sus relaciones siguientes.

...

Esa noche, de regreso a casa, Doyoung comprobó que, efectivamente, no había rastro del aroma de Jungwoo, así que no afectaría en nada al bebé. Jungwoo dejó a Sungchan en la cuna y se acercó a Doyoung para ayudarlo con la cena. Una vez en la mesa, Doyoung decidió hablar.

—¿Cómo lograste que desapareciera tu aroma? He ido a casa de alfas y omegas días después de que su celo terminara y podía percibir sus feromonas en el ambiente, incluso siendo beta —Doyoung elevó la mirada, esperando una respuesta, pero su expresión cambió cuando se encontró a Jungwoo con lágrimas en los ojos. No entendía qué había dicho mal.

—¿En serio lo percibes? —preguntó, con la emoción y el alivio palpable en cada palabra. Doyoung asintió, sin entender del todo la pregunta. Jungwoo suspiró, dejando caer sus hombros y sus lágrimas—. El otro origen genético de Sungchan intentó morderme —comenzó, quitando el cabello de su nuca y mostrando una pequeña y minúscula marca que parecía más una peca, a unos centímetros de la marca que Doyoung le había dejado—. Logré cubrirme a tiempo y lastimó mi mano. Luego de eso me embaracé y no podía probar si mis feromonas afectaban a los demás o no, no podía saber si esa marca era suficiente —murmuró con angustia.

Una intensa molestia surgió dentro de Doyoung, lo que narraba Jungwoo le hacía creer que el omega había sido... El solo pensarlo lo hacía enojar aún más.

—Intenté romper el lazo, pero no sentía nada y no sabía si por ser una marca defectuosa funcionaba distinto. Sé que a los beta no les afecta de la misma forma las feromonas, pero cuando viniste por Sungchan y no me hablaste de eso, creí que estaba marcado de por vida —Jungwoo se encogió de hombros—. Durante tres días me aseguré de llenar cada rincón de la casa con mi aroma, quería atraerte y te llamé. No estaba seguro si había funcionado o simplemente me aceptaste por mis pedidos, pero es un alivio saber que no estoy marcado por él.

—La verdad es que —comentó Doyoung, algo avergonzado—, cuando vine por Sungchan, sentí tu aroma levemente, pero cuando entré en tu habitación tuve mareos, nunca había sentido con tanta intensidad un aroma —entonces, Doyoung recordó las palabras de Hendery.

—Me alegra saber que a ti te afecta —sonrió Jungwoo, con un notorio sonrojo en sus mejillas—. Respondiendo a tu pregunta, el aroma se mantiene con suavidad durante unos días si el celo termina por sí solo, pero si su pareja ayuda al alfa o al omega, simplemente desaparece.

Doyoung asintió y, aunque le encantaba ser alguien tan importante para Jungwoo, la duda en su interior lo carcomía.

—Debo preguntarte esto —murmuró, observando con atención esos preciosos ojos que lo enamoraban—. La persona con la que concebiste a Sungchan, ¿abusó de ti?

Jungwoo mantuvo la mirada en alto, incluso si sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas. Inhaló profundo y murmuró.

—Llévatelo a la tumba, Sungchan no debe saberlo, jamás.

—No puedo creerlo —Doyoung sujetó su cabeza, en una mezcla de impotencia, enojo, frustración y tristeza.

—Lamento si no te lo dije antes —la voz de Jungwoo ahora temblaba—. Debía decírtelo desde un principio. Si sientes asco o repugnancia hacia mí, lo entiendo, yo me siento igual.

—No digas eso —susurró Doyoung, acercándose a Jungwoo y abrazándolo con fuerza—. Estoy enojado con él, no contigo. Jamás podría sentir rechazo hacia a ti y me gustaría que superaras todo eso para que te veas tan perfecto y precioso como yo te veo —las palabras salían solas, pero ya no le importaba—. Te amo, y me duele que hayas pasado por algo así, pero me enorgullece verte salir adelante a pesar de lo que te ocurrió. Debió ser muy doloroso para ti ocultar algo así por tanto tiempo. No lo hagas, no te hace bien. Puedes hablar conmigo cuando sea, ¿de acuerdo?

Jungwoo asintió y besó a Doyoung, dejando sus lágrimas correr. Un pequeño quejido y un leve llanto los interrumpió y Doyoung fue con prisa a revisar al pequeño. Aunque Jungwoo había visto muchas veces esta escena, ahora tenía un peso menos encima y Doyoung finalmente era su pareja, así que ver al amor de su vida en brazos del otro amor de su vida, lo emocionó hasta las lágrimas.

La dulzura con la que Doyoung cargaba a Sungchan, las sonrisas que se daban mutuamente, la calma que le genera con su voz, el amor en su mirada, le indicaban que era la mejor persona que pudo encontrar para ser parte de su vida y de su hijo.

You saved me •°• DoWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora