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Hugs

— Mami, papi. Tenemos que hablar, por favor acompáñenme al cuarto de juegos — los adultos acataron la orden de su pequeño y lo siguieron sonriendo con las manos entrelazadas.

Los tres ingresaron al "cuarto" de juegos y con una sonrisa los tres se lanzaron a la piscina de pelotas; Harry y Louis tuvieron la idea de construirle un cuarto de juegos a Kale antes de su primer cumpleaños y pensaron que un cuarto lleno de juguetes y espacios para recostarse era suficiente pero luego los padres de Louis y la madre de Harry se enteraron y comentaron que un pequeño cuarto no era suficiente para su nieto así que les ofrecieron a los chicos que ellos le harían ese regalo y Harry y Louis podían comprarle otra cosa. Harry y Louis aceptaron ya que sus padres parecían muy entusiasmados pero cuando el cuarto estuvo listo a Louis y Harry se les calló la mandíbula, el cuarto era demasiado grande para considerarse un cuarto, parecía un salón de juegos del centro comercial, ambos pensaron que era demasiado pero cuando vieron a Kale observar el lugar con sus ojitos brillando, entendieron que nada era mucho con tal de ver la hermosa sonrisa en el rostro de su cachorro.

— Venga, piccolo ¿que quieras hablar con nosotros? — cuestionó el omega besando la mejilla de su cachorro después de sentarse en el regazo de su alfa con su cachorro en su regazo.

— Boo bear y yo hemos estado hablando y...— soltó un suspiro para levantarse y coger el único osito que Yami le permitió conservar y volvió a los brazos de sus padres. — mami, papi he decidido que es tiempo de raparme la cabeza

Harry cubrió fuertemente a sus omegas con sus brazos y miró a su hijo a los ojos.

— ¿Estás seguro de tu decisión? Tú sabes que nosotros no te presionaremos para que lo hagas. Son tus rizos, es tu decisión — el pequeño observo a su padre a los ojos y asintió.

— Estoy seguro, papi. La última vez que fuimos al hospital, Luka me explicó que mi cabello volvería a crecer y que era mejor si me lo cortaba porque se me caería de todos modos - los adultos asintieron entendiendo la situación; Luka era un pequeño alfa de 5 años con Leucemia meloide aguda, le habían detectado el Cáncer dos meses antes que se lo detectaran a Kale. Kale y Luka se habían amigado muy rápido ya que el pequeño alfa cuidaba al omega como un hermano pequeño, el pequeño Alfa le enseñó al pequeño omega todo lo que un niño de 5 podía enseñarle a un niño de 3 años sobre el Cancer. Louis y Harry agradecían eternamente que el pequeño alfa hubiera aparecido en sus vidas porque gracias al pequeño alfa, Kale no sufría tanto en las quimioterapias, y era más feliz al igual que ellos.

— Entonces, ¿Quieres hacerlo ahora o lo haremos después de la quimio? — cuestionó el omega mordiéndose el labio para no soltar los sollozos que estaban luchando por salir. Detestaba no poder proteger a su cachorro de eso.

— Vamos a hacerlo ahora, quiero mostrarle mi nuevo corte a Luka — Harry sonrió con los ojos llorosos y se acercó para besar la mejilla de su cachorro.

— Estoy muy orgulloso de ti, eres un niño muy valiente — murmuró besando la mejilla de su ahora sonrojado cachorro.

— Mami también está muy orgulloso de ti, bebé. Te amo muchísimo — susurró como un secreto antes de levantarse con su cachorro en sus brazos y su alfa detrás de ellos.

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— Bien, bebé ¿Estás listo? — cuestionó el alfa mirando a su cachorro por el espejo.

— Si, papi — el alfa soltó un suspiró y con una última mirada a su omega empezó a pasar la máquina de rasurar por la cabeza de su pequeño.

Los antes cabellos rizados de su cachorro cayeron a montones por el suelo como un constante recuerdo de que estaba luchando contra el cancer. Louis en serio deseó que su cachorro no pasara por este proceso doloroso pero sabía bien que no podía evitarlo así que solo se quedó ahí observando con los ojos llorosos como los rizos caían a montones hasta que solo se pudo apreciar la sensible piel blanca de su cachorro.

— Está listo, cachorro — exclamó Harry sorbiendo su nariz — Te ves hermoso.

— Yo siempre me veo lindo, papi — exclamó el niño sonriendo arrogante. Louis amaba esa sonrisa ya que así el pequeño lucia exactamente igual a su padre.

— Es cierto, bebé. Tú te ves divino todo el tiempo — aceptó con una sonrisa antes de cargarlo para cubrirlo con sus fuertes brazos.

— ¡Hey!, yo también quiero un abrazo — se quejo el omega con un puchero en sus labios.

— Ven aquí, amor de mi vida — murmuró abriendo su brazo libre como invitación que el omega aceptó gustoso.

— Os amo con todo mi corazón — susurró besando las mejillas de sus preciosos omegas.

— Y nosotros a ti — susurraron ambos omegas antes de cerrar sus ojitos y quedarse dormidos en los brazos de su padre y alfa.

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Hi, capítulo corto porque estoy leyendo el código da vinci y ando dudando hasta de mi existencia, soy Laico pero este libro me da mucha intriga. Treat people with patadas en el culo. K.