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vengeance

Louis ignoró la mirada de preocupación que dio su padre y se acercó a ellos con una sonrisa temblorosa mientras limpiaba sus lágrimas para no asustar a sus hijos.

— Papà. — llamó cuando ya estaba con ellos. — ¿Podrías cuidar a Kale y Luka mientras yo voy a resolver un asunto que se presentó?

— Por supuesto, Lou. Sabes que puedes contar conmigo. ¿Sucedió algo malo? — Louis quiso decirle que sí y lanzarse a llorar en sus brazos pero solo negó y le sonrió a sus cachorros.

— No sucedió nada, pero Hazz...— Tragó el nudo que se formó en su garganta al mencionar el nombre del amor de su vida. — Necesita mi ayuda. Papá, ¿podrías ir conmigo? — su padre asintió y fue corriendo a buscar su móvil.

— Lou, cuando estes listo para contarme lo que te sucede, dímelo. Yo estaré para ti siempre. — Louis asintió reprimiendo las lágrimas y subió a la camioneta después de despedirse de sus hijos.

Su padre besó su cabeza y acarició su cabello cuando ambos subieron al auto.

— Lou, bebé. ¿Sabes que puedes decirm- — Louis no lo dejó terminar porque se subió a su regazo y empezó a llorar refugiándose en sus brazos como cuando era un pequeño niño asustado por la araña que había en su cuarto pero ahora no le temía a la araña, le temía a algo más fuerte: La muerte.

Su padre asustado por los fuertes sollozos lo marcó con su aroma y le cantó la canción de cuna que solía cantarle cuando era un pequeño bebé descubriendo el mundo.

— Mi niño de ojos color cielo, ¿qué sucede? ¿Alguien te hizo daño? ¿Harry está bien? — Louis negó y soltó un sollozo que fue calmado por los besos que su padre le brindó en la frente.

— Papá, Hazz murió. — Y dicho eso volvió a sollozar con fuerza pero su padre lo dejó hacerlo mientras lo marcaba con su aroma y lo llenaba de besos.

——-

Después de recoger el cuerpo de su amado y firmar algunas papeles. Louis fue a la casa de sus padres para ponerse un traje y preparar las cosas para el funeral del amor de su vida.

No llevaría a sus hijos, ambos eran muy pequeños para presenciar algo así. Su papi los cuidaría y su padre iría con él al funeral.

Limpio las lágrimas que llenaban sus ojos y observó la puerta abriéndose. Zayn entró y cerró la puerta.

— Hey, hola, Lou. ¿Cómo estás? — Louis lo abrazo cuando lo tuvo enfrente.

— Nervioso, ansioso y con mi omega aullando en mi pequeño. ¿Cómo estás tú? — Zayn besó su frente antes de separarse para sentarse en la enorme cama.

— Asustado y aún no lo puedo asimilar. — Louis asintió comprendiendo el sentimiento. —Lou, creo que los Cowell vendrán al funeral. — Louis rápidamente lo miró.

— Esas pequeñas mierdas si que son hipócritas. — suspiró y se acomodó la corbata. — Si mi alfa estuviera aquí estoy seguro que no los dejaría atravesar siquiera el árbol que está a unos kilómetros de aquí. Pero bueno, las cosas no siempre salen como planeamos. — Bromeó cargando el cartucho de balas en el bolsillo de su traje azul. — ¿Estás listo para el funeral? —Zayn los miró con los ojos brillando y asintió.

——

Louis no dijo nada cuando recibió las condolencias de todos los hipócritas que se atrevieron a ir. Pero cuando los Cowell se atrevieron a dárselas estuvo apunto de sacar su arma y volarle los sesos. Pero Zayn lo tranquilizó diciéndole que no arme un escándalo.

— Joder, Zayn. ¿Por qué no me dejaste volarle la cabeza al estúpido de Richard? — Zayn le sonrió y besó su frente.

— No te apures, lo harás pero no ahora. — Louis asintió y se acomodo en su asiento para escuchar las plegarias que el padre estaba dando. Louis sonrió, Harry era ateo.