Cap. 10

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Luego de una horas de viaje en auto, todos llegaron al lugar indicado por el peliplata.

Al adentrarse en los terrenos de la propiedad y acercarse a la casa, pudieron ver a la distancia al chico en cuestión.

Los estaba esperando en la entrada siendo tan hermoso como solo el podía ser.

Vestía un kimono muy hermoso que cubría todo su cuerpo entre las ligeras capas de tela y que resaltaba cada curva de su cuerpo.

Vestía un kimono muy hermoso que cubría todo su cuerpo entre las ligeras capas de tela y que resaltaba cada curva de su cuerpo

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(Este kimono)

Todos bajaron del auto y caminaron en dirección al chico, siendo Kaname quien iba al frente de todos.

Zero lo ocultaría durante toda su vida, pero en ese momento, le pareció que su alpha parecía un rey que era seguido por su séquito.

-Zero, que gusto me da verte!- le dijo emocionado Aidou antes de saltarle encima y colgarse de su cuello mientras rozaba su mejilla con la del albino.

Kaname solo lo veía de forma mortal y todos coincidieron en el pensamiento de que, de Aidou haber sido un alpha, era seguro que el Kuran lo matara por estar cerca de su omega.

Sin embargo decidieron acercarse todos y saludar al chico, el último en hacerlo fue el de ojos borgoña que lo tomó de la mano, la besó y le extendió un hermosa rosa luego de volver a su postura normal.

-Gracias.- susurró quedamente el omega para gusto del alpha.

-Lo que sea por ti.- le respondió.

-Pasen por favor. Seria muy descortés de mi parte dejarlo aquí afuera.- dijo mientras se hacía a un lado y todos entraban.

-Este lugar es hermoso. Nunca me canso de verlo.- dijo Aidou, recordando la primera vez que fue allí y la segunda vez que fue con su alpha.

-Ciertamente es un lugar hermoso.- coincidió Takuma.

-Puedo hacerles un recorrido del lugar si lo desean.- ofreció, Aidou ya la conocía, pero era la primera vez de los demás ahí.

-Nos encantaría.- dijeron todos.

Y así comenzó a mostrarles su antiguo hogar a los demás.

Ese lugar siempre le provocaba recordar su vida antes de estar con Yagari.

Le recordaba muchas cosas negativas como sus ya muertos y fríos padres y abuelos.

Pero así como malos, también habían recuerdos muy melancólicos pero felices para él.

Recordaba sus días con días con su hermano, todas las bromas que se hacían entre ellos, las veces que se cantaban mutuamente para dormir o lo adorable y cariñoso que era su hermano.

Recordaba sus días con días con su hermano, todas las bromas que se hacían entre ellos, las veces que se cantaban mutuamente para dormir o lo adorable y cariñoso que era su hermano

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My Sweet OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora