Cap.3

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Zero llegó a su hogar hecho una furia.
Iracundo por el actuar de ese extraño alpha...

Iracundo por el actuar de ese extraño alpha

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~~~Zero ~~~

Pero que rayos le pasa a ese maldito alpha!?

Se enfrenta a su reflejo en el único espejo que posee su hogar.

Se retira el suéter que tenía puesto para revisar minuciosa-
mente su delgado y hermoso cuello con desesperación buscando temeroso alguna marca que significara lo que temía.

En vista de que no tenia nada, respiró más aliviado, controlado así la antes errática respiración.

-Maldito alpha- susurró.- Me ha pegado un susto de muerte el muy cabrón.- continuó mientras se acariciaba el lugar exacto en el que iría una marca en caso de que decidiera unirse a alguien.
- Cómo se iba a responsabilizar si me marcaba por accidente?.-dijo con mirada triste.

Contempló su reflejo con aflicción y posó la punta de sus dedos casi a modo de caricia sobre su superficie,esa que reflejaba su cuerpo por completo y demostraba el porqué no podía ser feliz, recordando así todo lo que vivió en su infierno de casa cuando pequeño...

Retira sus dedos, le da la espalda y se recuesta contra él dejándose caer lentamente...

Lleva sus manos a su rostro en un inútil intento de controlarse a sí mismo, esfuerzo que fue en vano ya que su visión se volvió borrosa y cristalina dándole a entender que lloraba.

Comenzó con sollozos silenciosos y luego lloraba tan fuerte como sus pulmones se lo permitían...

Llevó sus rodillas a su pecho y ocultó su cabeza entre sus manos en un intento de olvidar los recuerdos que lo perseguían despertando así sus peores pesadillas.

"Quién querría un omega tan defectuoso como yo lo soy..."- pensó.

"Si ese alpha me hubiera marcado, qué sería  de mí?...De seguro se repugnaría...Después de todo estoy tan sucio y roto como pi cuerpo lo demuestra..."

-Esto es un puto asco.- murmuró  entre sollozos.- le tendría lástima si hubiera logrado marcarme.- sollozo.- solo me compadecería de él por haber marcado a un fracaso de omega como yo...

Aumentó la fuerza de su llanto hasta que sintió su propia voz débil, debido a sus desgarradas cuerdas vocales...

Abre la ducha y siente como el agua recorre su cuerpo, llevándose con ella sus lágrimas.

Salió de ella sin siquiera preocuparse de enfermarse por no secarse de forma correcta, no tenía el ánimo ni las fuerzas para vestirse así que no lo hizo, solo tomó su teléfono y le envió un mensaje a su jefa avisando que no iría al día siguiente y esta se lo permitió pues, aunque no fueran del todo amigos, disfrutaban de la mutua compañía.

My Sweet OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora