Capitulo 4

1.8K 227 55
                                    

Llevaba tres semana encerrada en ese cuarto mazmorra, por así decirlo. Seguía estando atrapada en un cuarto donde la puerta tiene barrotes, pero tiene ciertas cosas que que en la cárcel de Piltover no disponía como por ejemplo una cama, con un colchón duro y nada cómodo junto con unas almohadas de igual sensación.

Pero aun así ese sitio era más cómodo que Piltover.

Las terapias fueron con un pequeño yordle de nombre Heimerdinger, aunque al principio Jinx pensaba que era otra alucinación o su conciencia por no haber visto nunca un ser como él.

Su sesiones eran diarias pero ella no hablaba, se pasaba toda esa hora sin decir nada y solo escuchaba las preguntas que le hacía su sicólogo. Ella ya estaba decidida, iba a morir.

Y así pasó esas semanas, encerrada en la celda, acostada en la cama y salía para tener sus sesiones aunque claro está que ella podía salir de la celda, tenía todo un patio para pasear aunque claro vigilada por dos hombres.

Pero ella no quería salir de la cama, no tenía fuerzas para moverse... literalmente, porque también llevaba una semana sin comer bien, porque al final del día no le veía el sentido a levantarse, a comer, a bañarse.

Todo perdió su brillo a los ojos de Jinx, nada tenía sentido.

Dicen que la experiencia más traumática en la vida de una persona es perder a sus padres, y ella perdió a cuatro, una madre y tres padres.. 

Vi estaba muy preocupada por ella, cada vez que iba a dejarle la comida y regresaba para recoger los platos los veía intactos. 

Le pidió a Ekko que por favor reconsiderada la idea de que Jinx salga a ver a personas, que esa forma de aislarla de la civilización le estaba afectando. Aunque no era eso.

Ekko después de las insistencias de Vi y Caitlyn decidió ver a Jinx, aunque no planeaba verla de día y aguantar su energía, solo quería verla de forma física para saber si se encontraba bien de salud.

Se puso la mascara de otra persona y otras ropas completamente nuevas con capuchas, quería verla fingiendo ser solo un guardia que iba a tomar el turno nocturno.

Caminaba serió a su celda, estaba cansado y podía creer que tuviera que retrasar su sueño solo por esa loca. Así que estaba cansado y molesto con la situación.

En el momento en el que le dijo a su compañero que se vaya a dormir, porque el ocuparía tres horas de su turno pudo notar la felicidad de su cara por dormir temprano al fin. No lo culpaba él también quería dormir.

Cuando se aseguro de que aquel muchacho se había ido, abrió la celda pensando que observaría a una Jinx dormida, se sorprendió verla sentada en el suelo al lado de su cama y con las rodillas en el pecho. Lo que más le sorprendió fue su mirada perdida hacía la ventada.

Miro al frente para saber que había en esa ventana que le llamara tanto la atención pero solo encontró una luna menguante.

Volvió a mirarla y nota que Vi tenía razón estaba más flaca de lo normal, y encima su piel que por si ya era pálida lo era el doble ahora. Jinx se estaba dejando llevar por la muerte y él no quería aceptarlo.

- Deberías ir a tu cama -. Dijo mientras hacia la voz más grave y se fijaba en las ojeras de sus ojos.

Ella le miro.

- No puedo dormir... no lo necesito. Ademas estoy esperando a alguien.

- ¿A quién? -. Pregunto aturdido por su pregunta. Nadie podía acercarse a ella y todo lo sabían.

Dejo de mirarlo, y volvió a mirar a la ventana.

- Sé que vendrá por mí. No se puede volver la excepción y cuándo venga quiero estar despierta para recibirlo -. Jinx hablaba de Silco... ella no había perdido la esperanza de que el fantasma de su padre vendría ha abrazarla o insultarla, le daba igual que hiciera siempre y cuando él volviera.

De sus ojos salieron lagrimas, unas que ya le daban igual a la chica. Se pasaba tanto llorando que ya le daba igual.

- ¿Y si no viene a por ti? -. Pregunto Ekko, no sabía a ciencia cierta de quién hablaba pero se hacía a la idea de que podía ser Silco -. ¿Qué harás entonces?

- Entonces yo iré con él -. No dudo, lo dijo con calma y paz -. Si en este tiempo no viene a por mí, entonces tú jefe me matara y entonces tendré la eternidad para estar a su lado.

Iré con él

Esas palabras no le salían de la cabeza.

Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él.I ré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él. Iré con él.

- ¿Por qué? -. Pregunto mientras se sentía asfixiado.

- Mientras todo mi mundo se derrumbaba, mientras la gente se alejaba de mí por la persona en la que me estaba volviendo, mientras el mundo me señalaba como una loca, mientras todos me creían imperfecta... él no. Siempre estuvo para mí, en cada cumpleaños, cuando creaba nuevos inventos y nunca me dejo a pesar de que cometí muchos errores en mi vida.

Las lagrimas se hacían más pesadas.

- Dijo que era perfecta... el vio en mí lo que nadie vio, lo que ni siquiera podía verme a mí misma -. Se limpio el rostro -. Así que le voy a esperar y si él no viene entonces yo correré para estar a su lado.

Ekko solo podía sentir rabia con él mismo, porque sabía que él fue esa persona que también la abandono ,que se alejo, que la llamaba loca, que él solo buscaba a su amiga Powder. Y nunca se preocupo su amiga actual... simplemente la dejo.

"No llores Powder, te prometo que siempre intentare hacerte feliz"

Recordó aquella promesa. Una tonta promesa de la infancia que ahora le golpea en la conciencia.

Así que se sentó a su lado y se quedo allí en silencio durante esas tres horas, hasta que volviera su compañero y tomara su turno... o está que Silco volviera por su hija.

Estoy cansadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora