Mirabel:
Esto no pudo haberme pasado, aún sigo en negación y creo que nunca podré aceptar que eso realmente pasó.
Me encuentro echada en mi cama con la vista fija en el techo, quiero llorar, me siento débil, mi cabeza da miles de vueltas y el recuerdo del beso de Camilo no me deja en paz.
Cada maldito segundo quedó grabado en mi mente y eso me tortura de una manera inexplicable.
—¿Cómo fue capaz?— murmuré abrazando a mi almohada.
Recordé nuevamente, sus manos puestas en mi cuello mientras sus labios se movían a un ritmo acelerado, la brisa del clima que me erizaba la piel, su corazón latiendo con fiereza, mi rostro impactado, también ví en él una desesperación por tomarme de la cintura y lo peor de todo...
Yo le correspondí, dejé que me siguiera besando cómo si fuésemos dos enamorados sin problema alguno.
—¿Cómo fui capaz?— me reproché golpeandome con la almohada —¿qué demonios se me pasó por la cabeza?
Mi respiración comenzó a agitarse, sentía los ojos húmedos a punto de llorar, y mi pecho dolía, dolía porque me sentía herida.
Estaba confundida, jamás pensé encontrarme en una situación como ésta, mi primo Camilo se había enamorado de mi.
Ahora todos mis pensamientos se aturdian, no podía decidir algo bueno. Fue lo mismo que sucedió en la tarde, después del beso, no supe que hacer y en vez de enfrentarlo, sólo le aventé una bofetada y salí corriendo como si él fuese un mounstro.
Tengo que tomar una decisión, no puedo permitir que Camilo siga alimentando un sentimiento obsceno, algo completamente prohibido y morboso.
Esto tiene que parar y lo mejor que puedo hacer por ahora es alejarme definitivamente de él, no hablarle y mucho menos verlo a la cara.
—Mirabel...— una voz muy baja sonó muy cerca de mi puerta.
Me asusté al instante y recurrí a la única arma que tenía en mi cuarto, la escoba.
—¿Quién es?— me acerqué sigilosamente.
Sin embargo, nadie respondió, en su lugar, un papel resbaló por debajo de la puerta y llegó a tocar mis pies.
Confundida, me incliné y tomé la hoja entre mis manos, la abrí y leí su contenido.
"Me debes una salida Bel, te veo mañana en el Bosque, quiero observar contigo el atardecer"
Con amor, Emiliano.
—Tan bello— suspiré enamorada, aquellas palabras hacían latir a mi corazón, y liberaban a mi mente de todos los problemas, al menos por ahora.
Necesito ver a Emiliano, sólo él puede hacerme olvidar los problemas.
[...]
Caminé por el pasto frondoso, el viento soplaba con fuerza, al parecer el clima cambiaría nuevamente, busqué con la mirada al pelinegro y lo encontré apoyado en el tronco de un árbol.
—Pensé que ya no ibas a venir— comentó Emiliano viéndome llegar.
—Lo siento— dije al sentarme apegada a él —antes de poder venir, tuve que ayudar a mamá con los enfermos.
—No tienes porqué disculparte— susurró dándose la vuelta para besar mis labios.
Acarició mi rostro con sus dedos mientras hundía sus labios en los míos, sentí su otra mano en mi cuello erizando mi piel, la sensación era cálida y estremecedora, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al abrir los ojos e imaginar que Camilo era el que me estaba besando.
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Secretos | Camirabel
Fanfic-Tienes unos ojos tan grandes que me veo reflejado en ellos, tus cejas son gruesas y brillantes, me encanta tu cabello rizado con ese pequeño mechón rebelde en tu frente- ahora si me sentía extraña, lo que decía Camilo junto a la cercanía que había...