Capítulo 21

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Dedicado a :

AnaGuilln6

Camilo:

—Estamos reunidos por algo muy especial— habló la abuela quien retenía las palabras con cansancio.

Era comprensible en su avanzada edad, ya no era la mujer fuerte de antes, ahora lucia más débil y ese era el preciso objetivo de la fiesta de hoy, más allá del cumpleaños de la más menor de la familia.

—Nuestra Mirabel acaba de cumplir sus dieciocho años— al oírlo todo el pueblo aplaudió —esto implica que a partir de ahora ella llevará las riendas del Encanto...

Hubo una gran sorpresa entre todos los presentes, no era nada nuevo pero ellos esperaban que esto sucediera mucho después y no tan pronto.

La abuela había cambiado mucho en estos meses, y hasta me pidió perdón por encerrarme como si fuese un peligro para la familia, obviamente al principio me sentía extraño con ella, dudaba un poco de sus palabras pero al final terminé por olvidar los malos momentos, después de todo, Emiliano no volvió a atormentar nuestras vidas y ahora estoy completamente feliz al lado de Mirabel.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la agradable voz de la mencionada, ella subió por las gradas hasta llegar a la altura de la abuela, se posicionó ante el público y dijo:

—Es un grato honor para mi recibir las riendas del lugar al que más amo, mi hogar y mi gente— esbozó una gran sonrisa —ahora que todos saben mi posición, quiero confesarles dos cosas muy importantes: yo no soy una Madrigal de sangre, fui adoptada y no me avergüenza.

El pueblo entero quedó estupefacto ante la noticia, se escucharon varios murmuros buenos y malos, por mi parte busqué la mirada de mi amada, ella me regaló una sonrisa genuina, estaba seguro de lo que diría a continuación.

—Por otra parte, sabrán que con esto, el amor que siente Camilo no es enfermizo y tampoco prohíbe que yo este con él— varios pueblerinos se observaron alarmados —me enamoré y es un sentimiento maravilloso, no dejaré que nadie nos impida ser felices.

—Y todos estamos de acuerdo— recalcó la abuela, concluyendo de esa manera el discurso —ahora pueden disfrutar de la fiesta en honor a nuestra Mirabel...

Acto seguido, la trigueña bajó por las gradas a toda prisa y se abalanzó sobre mi dándome un beso, sus labios chocaron conmigo de repente, me sentí asustado y a la vez feliz.

Y todo hubiera sido excelentemente perfecto si es que en ese momento alguien no interrumpiera.

—¡Auch!— exclamó Dolores apretando su grande vientre —Creo que ya es hora...

La noticia se esparció inmediatamente por toda la fiesta, y todos le prestaron atención a la Morena, había roto la fuente y estaba a punto de dar a luz en plena fiesta.

—Vamos, debemos ayudarla— me instó Mirabel mientras jalaba de mi.

Nos acercamos a ella, su rostro se arrugada debido al dolor, la tome en mis manos con la ayuda de Mariano y nos dirigimos al cuarto de Mirabel, ahí daría a luz.

—Preparen todo— avisó tía Julieta con una bandeja de agua y unos pañuelos —Mariano, Camilo y Mirabel esperen afuera...

—Pero quiero ayudar... — insistió Mirabel.

—Si quieres hacerlo, por favor trae una hierbas especiales, están en las afueras de la casa, son largas y delgadas las reconocerás— soltó un largo suspiro —este será un parto complicado.

Secretos | CamirabelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora