Dos años han pasado desde que se puso fin a la pesadilla de los Arendelle y Frost. Su vida ya era mejor y tranquila, sin problemas... o eso creían...
La muerte de Hans trajo consigo una serie de amenazas para Elsa y Jack, aún hay más misterios por r...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
10 de Noviembre del 2022, Londres, Inglaterra.
La chica tecleaba con rapidez entre las dos computadoras con ayuda de su silla giratoria e iba de un lado al otro de la oficina mientras esperaba a que esas máquinas le cargarán algo de información útil. Sabía que no debía esperar tanto a que los policías la encontraran y le llevaran a un interrogatorio donde tendría que mentir, que no era nada complicado; algo difícil para ella sería contenerse en no darle una buena paliza a los incompetentes policías que muy merecido lo tenían.
Miró su celular con el ceño fruncido, ya casi era la hora de su visita semanal con ese sujeto, no debía estar lejos de su casa. Su mirada cambió a una nostálgica cuando miró la foto de su fondo de pantalla, ese chico de cabello naranja le estaba besando dulcemente y ella le estaba correspondiendo, recordaba ese día como si hubiera sido ayer, su dulce sabor de labios aún los sentía en ella, el cómo le miraba y sonreía, el cómo le tocaba, él cómo le demostraba su amor cada vez que estaban juntos... ¿entonces en qué había fallado en su relación? ella creía que estaban bien, que realmente se amaban lo suficiente y se había creído el cuento de que la ex novia de Hans era sólo por un capricho y dinero de su familia, de la empresa familiar que tenía años entre ellos. Definitivamente era una estúpida por haber creído... porque al final de cuentas, ella misma sabía que algo estaba mal desde que Arendelle desapareció, su novio se comportaba de forma extraña y estaba muy distraído, debió haber notado las señales, darse cuenta de ello antes y detenerlo, convencerle de dejar todo eso y ser felices juntos y así, él hubiera viajado a América con ella como se lo prometió hacía tanto... pero el hubiera ahora no era más que una ilusión tan lejana, una palabra sin importancia que traía consigo fantasmas del pasado y mucho dolor.
Un sonido fuera de su apartamento la hicieron salir de sus pensamientos, de inmediato se levantó de su lugar y se acercó a la puerta, miró por el pequeño hueco para asegurarse que era a quien tanto esperaba y abrió sin más.
-Llegas tarde- la persona rodó los ojos y entró, escuchando cómo la chica cerraba la puerta detrás.
-Pero ya estoy aquí ¿no? Es lo que querías...
-Necesito que me hagas otro favor. - sonrió ante su comentario.
-Entonces deberé cobrarte más, esto de que me estés pidiendo favores y trabajitos a cada rato empieza a marearme ¿sabes? .
-Poco me importa el dinero para esto, es algo más personal. Y no puedes quejarte, tú aceptaste ayudarme con el plan... - dio un suspiro y se armó de valor. -Necesito que investigues quién mató a Hans. - sus palabras le dejaron helado ¿qué había dicho?
-¿Qué? - esperaba que fuera una jodida broma pero ella no agregó más, ni siquiera se rio, estaba seria. -¿De verdad quieres que lo haga? Creo que es más que suficiente con mi trabajo con esa policía...
-Tú no entiendes, Grimmel. - insistió, se notaba desesperada ¿es que acaso todo mundo la tomaba del pelo? -De verdad es muy importante para mí saber eso...
