Capítulo 14

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Este día parecía mucho más tranquilo. Anna había salido justo después del desayuno, momento en el que todos contaron lo que vivieron la noche anterior y donde los chicos dividieron lo que le deberían pagar al hotel por los daños en la cocina.

— Nosotros tenemos ganas de pasar  día fuera, probablemente llegaremos por la noche. ¡Adiós!

Hiccup, Mérida y Eugene decidieron ir a dar una vuelta por la zona en busca de alguna actividad que podrían hacer en grupo durante los próximos días y también tenían deseos de almorzar fuera del hotel por lo que tardarían en volver.

Por el lado de Rapunzel y Kristoff, juntos planearon un día de peluquería para ambos, luego de que la primera haya agendado una hora para los dos en una famosa peluquería cercana al hotel el primer día que llegaron.

Mientras tanto, ambos albinos decidieron quedarse en la habitación de Elsa a pasar el día, ninguno tenía ánimos de salir ya que se encontraban agotados por la noche anterior, por lo que después de desayunar quedaron en la habitación de la platinada para luego ver qué hacer.

Se encontraban sentados lado a lado en el suelo apoyando sus espaldas en la cama, Elsa estaba con unos shorts deportivos y una sudadera negra la cual obligó a Jack sacarse cuándo llegó, estaba abrazada al brazo del peliblanco quien buscaba en su laptop alguna película o serie que podrían ver estando encerrados.

Mientras Jack navegaba por Netflix, Elsa sentía que estaba teniendo un deja vu, recordando cuando eran unos adolescentes de 16 y 18 años que se encerraban casi todos los sábados en la habitación de alguno y veían películas todo el día disfrutando de la compañía del otro.

De la nada recordó la conversación que había tenido con Mérida la noche anterior. 

"¿Aún te gusta Jack?".

Mérida fue la única que supo aquella fuerte atracción (y gran enamoramiento) que tuvo con el peliblanco los últimos dos años de secundaria, sin embargo, nunca dijo nada al respecto, luego por cosas de la vida se tuvieron que separar, él se quedó en Inglaterra y ella se fue a Nueva York, a pesar de que nunca llegaron a perder el contacto, es imposible negar que nada fue como antes, por las diferencias horarias y los trabajos se les hacía muy difícil coincidir a hablar por videollamada, especialmente para Elsa quien lidiaba con más peso que el resto de sus amigos tras decidir mantener un trabajo de medio tiempo. Entre eso y la gente que conoció, especialmente chicos, creyó superar sus fuertes sentimientos por el peliblanco, inclusive tuvo más de un amorío con chicos dentro y fuera de la universidad, pero cuándo se volvieron a ver en la cafetería fue cómo si todos los sentimientos que creyó dejar atrás cuando dejó Inglaterra volviesen junto a ella casi o más fuerte que antes.

Quería creer que era una confusión, no sólo porque han pasado años alejados y mucho de ellos, especialmente de ella, ha cambiado, si no que Jack estaba por casarse, por lo que una relación entre ellos era mucho más inalcanzable de lo que alguna vez fue.

— ¿Qué te parece comenzar a ver The Maze Runner? — Comentó el peliblanco llamando la atención de la platinada.

— Creo que está bien, podemos ver la saga completa en lo que queda del día.

Debido a los extraños horarios que habían adquirido, si tenían suerte lograban despertar a las 12 de la mañana, y ese día no fue la excepción, entre las charlas, salidas, realización de planes y más, ya les habían dado las 3 y algo de la tarde, por lo que habían perdido unas cuantas horas.

El ojiazul le dio "play" a la película y comenzaron a verla, inconscientemente abraza a la platinada por los hombros y no es hasta que ella se acurruca entre sus brazos que cae en cuenta de ello.

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⏰ Última actualización: Oct 17, 2022 ⏰

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Las Vegas || Jelsa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora