Estaba aturdida en la sala, ya me había calmado, todo cayó muy fuerte pero ya estaba todo bien.Olivia y Hugo se fueron y me quedé con Alexandra, comía mi helado sentada en el sillón mientras ella estaba acostada en otro.
—Esto es tan comodo que podria dormir.— dijo con un jadeo acomodándose en su lugar.
Tenía ganas de salir, liberarme un poco, y estaba pensando en si invitarla o dejarla aquí.
Suspiré y me levanté cuando termine la última cucharada del plato llamando su atención.
—A donde vas?— preguntó mientras me miraba caminar.
—A la cocina— solo asintió y tapo sus ojos con su antebrazo.
Después de lavar mi plato subí a mi habitación, me puse una sudadera y agarre mi patineta junto con mis cigarros.
—Alexandra, saldré ¿Quieres ir?— le hable mientras bajaba hacia la sala, escuché un "sí" de su parte y se levantó del sillón cuando llegue. Agarro su teléfono y las llaves.
—Espera— le dije y camine a la cocina de nuevo, ella me siguió, abrí el refrigerador y agarre una botella de agua.
—Deberias esconder esto mejor.— habló, voltee y estaba sosteniendo un topper con pasteles de chocolate.
—No sé cómo llego eso aquí, no es mío— dije mientras me acercaba a quitárselo de las manos.
—Ignorare el echo de que acabo de ver pastelitos de dudosa procedencia. Si no quieres que tú madre te mate escondelos mejor.— ella me miró recargada en un mueble.
—Yo sólo los compré, no me dijeron de que eran.
—Mgh.
—La señora se confundió!
—Que bueno que no sabias de quién eran.
—Bueno ya.— abrí una puertilla debajo del fregadero y los puse ahí, la cerré y tome de la mano a Alexandra para salir de la casa. Nadie hablo más del tema.
—¿A dónde vamos?— preguntó y yo solo levanté los hombros mientras abría la puerta principal, salí y comencé a caminar en lo que esperaba que me alcanzará.
Llegó a mi lado con la respiración un poco agitada.
—Mujer por que caminas tan rápido?— regaño mientras se agarró de mi hombro.
—Tú caminas lento.— defendí mientras paraba para que ella recuperará el aire. Es tan exagerada no camine tan lejos ni rápido.
Pasando 2 minutos retomamos camino a un parque, ella estaba yendo con su teléfono mientras me seguía, yo iba en mi patineta intentado no acelerar tanto para no aguantar de nuevo a la loca.
—Estupida..— comenzó a murmurar mientras deslizaba la pantalla de su teléfono, yo la mire por unos segundos y ella al darse cuenta paro.—¿Que?
—No paras de insultar, pareces loca— dije retomando mi camino y ella se quejo.
—Es que como se atreve, según es mi amiga pero se la pasa todo el día con Mau, y sube esto y "ay mi amor" dioss es tan odioso.— comenzó a explicarme todo, estoy comenzando a pensar que fue un error traerla.— ¿estás haciéndome caso?
Me movió del hombro al percatarse de que no escuchaba nada de lo que decía.
—Si si, también me cae mal.— ella suspiro y dijo a mi igual, comenzó a hablar con el teléfono otra vez.
Pasaron unos minutos y llegamos al lugar verde, levanté la patineta y comencé a acercarme a una banca, deje la tabla en el piso y descanse en el asiento. Alexandra llegó a mi lado y guardo su teléfono.
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La droga de tus ojos
Romance¿Qué tan loco puede llegar a ser el amor? Fue cuando me di cuenta que daría todo por ti, pues apesar de no ser la mejor persona me das algo que creia haber perdido, esperanza, puedo ser mejor y tengo que darte el crédito, me das la oportunidad de v...