Almas (Shota Aizawa)

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/Aizawa/

Volver al colegio fue más agotador que estar en el hospital, por un lado estaba todo el trabajo que tenía atrasado, por otro mi clase que no dejó de hacer preguntas sobre lo ocurrido, después tener que hacerme cargo de algunas cosas en la casa de mi clase pero aunque estuve ocupándome de todo eso no podía dejar de pensar en Liz, ella se quedó en casa.

No quería volver pero ya no podía seguir atrasándolo, apenas dos días que salimos del hospital y Liz parece muy...reservada. No espero que este riendo y sea la de antes pero me asusta no saber hasta dónde puedo darle su espacio para mantenerse así. Me pidió ir al cementerio apenas pusimos un pie fuera del hospital.

Primero fuimos a la tumba de Kaiyo, ella se quedó en silencio por varios minutos y luego dejó las flores que compró para ella.

Luego fuimos a la tumba de Kazki, a diferencia de la tumba de Kaiyo, las lágrimas se le escaparon igual que los sollozos mucho antes de detenernos frente a ella. La tumba estaba llena de flores y presentes que mi clase y los que conocieron a Kazki dejaron. Aunque intentó cerrar los ojos y no sollozar las lágrimas cayeron sin parar.

Hoy antes de irme estaba de pie mirando directamente hacia el árbol que hay en casa, y a diferencia de los otros días, sus ojos mostraban enojo y aunque estoy intentando hacer todo para llevarme trabajo a casa y salir rápido de aquí, sé que me tomará un tiempo.

*Aizawa-llaman mientras vuelvo a la casa de mi clase, Rei viene trotando hacia a mi y sonríe al saludarme-¿sabes dónde esta Liz? quiero invitarla a almorzar.

*En casa-le respondo y cuando su sonrisa desaparece siento un leve pinchazo en la nuca.

*No, fui a la casa pero no...-tomo mi celular-tampoco contesta, creí que había vuelto a trabajar.

Debo ir por ella.

*¿El cementerio?-pregunta, niego.

*No quiere ir sola-aseguro, ella me lo dijo.

Tengo que buscar a Mic.

*Iré a buscarla-dice dándose vuelta-te aviso si la encuentro.

Debo ir por ella.

/Liz/

Los brazos y piernas me tiemblan, los ojos también y no sé si las lágrimas empeoran ese dolor, mi pecho sube y baja por la respiración descontrolada mientras los sollozos me sacuden el cuerpo y la garganta. Tomo la katana otra vez y la bajo con fuerza pero el árbol sólo se astilla.

-Me gustan los árboles.

Dice su voz en mi cabeza haciéndome soltar otro sollozo.

Pero ya no estas aquí.

Vuelvo a levantar la katana pero cuando se entierra en el árbol entiendo que no tengo la fuerza para tirarlo.

*Liz-llaman tras de mi, me volteo y veo a Rei.

Sus ojos están llenos de miedo y preocupación.

*¿Qué haces? estás lastimada, no puedes...

*Hay que tirarlo-digo cortándolo-hay que tirar el árbol y el orfanato.

*¿Por qué?-pregunta confundido-Liz, mírate, tus heridas...

*¡No me importa!-grito enojada y él se congela en su lugar-¡¿no entiendes?! no me importan las heridas, mis ojos, mi maldita rodilla-digo levantando aún más la voz-ya no me importa porque todo lo que yo siento ya no lo puede sentir él-la rodilla hace que me tambalee.

*Lo sé-susurra.

*Ya no va a sentir el ardor de una herida-sigo ignorándolo-ya no llorará porque se cayó o porque lo molesta, ya no va a limpiarse las lágrimas y no va a esconderse en mi cuello mientras llora, no va a sonreír al verme, no va a ver a sus héroes, no me hablará de ellos por horas-tomo la katana-ya no va a esperarme-comienzo a cortar el árbol-no va a decir mi nombre, no va a llamarme, ya no...ya no está-la katana sale volando de mis manos y caigo de rodillas sintiendo los huesos de la derecha astillarse-ya no quiero este maldito lugar si él no esta.