Almas (Shota Aizawa)

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/Liz/

El viento me mueve la coleta y tengo que respirar hondo un par de veces antes de poder abrir los ojos. 

Está muy alto.

El edificio es el más alto que encontré, sobresale y estar a la orilla si me provoca cosquillas en los dedos y el estómago. 

Tranquila, solo será un segundo.

Miro hacia abajo una vez más y aprieto los puños.

No lo pienses.

Me volteo y dejo que mi cuerpo caiga hacia atrás soltando un grito. La caída se siente extrañamente bien y gritar también pero dura apenas unos segundos. Un brazo me sostiene de la cintura y el cuerpo se siente tenso.

*Sujétate a mi con fuerza-grita Bakugo, paso mis brazos por sus hombros y las explosiones pronto se hacen presente. Aunque intento mantener los ojos abiertos, los movimientos son rápidos y me marean levemente, apoya los pies en el edificio y me pone en el techo, lo miro y él sonríe con orgullo-logré llegar.

Tomo el rociador de agua a un lado y mojo su cara.

*¡Pero..!-vuelvo a mojarlo.

*Error-digo seria-no lograste llegar-él frunce el ceño y hace una mueca molesto-lograste salvar a alguien-gruñe bajo-no es difícil Bakugo, llevamos días en esto.

*Estaba al otro lado del lugar, fui más rápido que las semanas anteriores-vuelvo a mojar su cara haciéndolo gruñir levemente, se sonroja y resisto el sonreír enternecida-ya esta a salvo, ¿esta herida?

*Creo que me fracturé la muñeca-digo con dolor y levantando la mano.

*La llevaré al hospital más cercano-avisa concentrado en inmovilizar la muñeca.

*Una vez más-le aviso, ambos nos ponemos de pie-pero ahora lo intentaremos con más dificultad-él me mira expectante.

Cuelgo desde los cables, mi brazo y cuerpo están juntos por una cuerda que casi me lastima, tengo la boca tapada y suspiro internamente.

Espero que esto realmente le ayude.

Cuando volví al colegio, Bakugo fue a mi oficina muy temprano para decirme lo que quería de premio. No sé cómo consiguió pedirlo sin que su cara explotara de lo avergonzado que estaba mientras hablaba.

-¿Qué?-pregunto para corroborar que escuché bien.

-Quiero que me ayudes con la parte de salvar a otros-escupe molesto.

-¿Por qué yo?-pregunto confundida-soy la peor en esta escuela salvando a otros.

-Por eso-dice molesto-no podrás humillarme por eso y....vas a entender cómo se siente-sonrío levemente-además de ayudarme a entrenar y cuando estés bien por completo pelear contra mi-su cuerpo se tensa al verme sonreír y parece enojarse aún más-¿y bien? ¿me lo darás?

Los robots hacen acto de presencia, levanto la mirada y todos se acercan al verme.

Él puede contra todos.

Pienso cuando todos se acercan de forma peligrosa, pronto las explosiones se hacen presente y veo a Bakugo comenzar a deshacerse de todos. Sonríe y me parece que es de esas sonrisas que simplemente se le escapan cada vez que se vuelve más y más difícil. Por alguna razón mientras mayor dificultad pongo sobre él, más feliz se siente.

Debe ser porque siente que confían en él.

Bakugo es rápido, hábil, tiene mucho control de su poder, es listo, sabe reconocer con mayor velocidad los puntos débiles de su contrincante y no tiene miedo de demostrar que es mejor que otros. No tiene tiempo para jugar a ser humilde, y no creo que ese papel le guste, sabe de lo que es capaz y no debe ocultarlo.