La llegada

1K 99 25
                                    

Dos meses después

- Por fin llegamos a Londres- Exclamó la tía abuela, quien a pesar de su edad decidio acompañar a sus sobrinos en este viaje

- Niños tienen todas sus cosas listas, espero que no olviden nada-

- Si tía abuela- Respondieron en coro

- Señora Ardley....ya es hora de desembarcar- Anuncio el buen George, claro está que fue él encargado de que los Ardley llegarán sin percances a Inglaterra

- Gracias.... George...-

- Tía abuela, nos gustaría conocer la mansión de Inglaterra- Hablo Eliza

- Desde luego estaremos dos días en la mansión y después se integrarán al colegio- Mencionó la tía abuela

- George...me imagino que tendrás lista la mansión para esos dos días, que estaremos mis sobrinos y yo- George solo asíntio, además no tenía que preocuparse de que vieran a la señora Ardley y los pequeños, ya que estos se encontraban en el castillo de Grandchester, a peticion del mismo Duque, ya que no quería que nada les pasará a sus buenos amigos, Albert agradeció el gesto ya que pensaba irse con todo y Candy a Escocia, pero se dieron cuenta que tarde o temprano los Leagan estarían frente a la rubia, eso sumaba que Candy era inteligente, fuerte, muy hermosa e incluso tenía un poco de la actitud de Terry eso sabían que se debía a las horas que pasaba con él joven de ojos azules.

Ya en el carruaje todos se admiraron de lo bello que era Inglaterra, George les daba un pequeño tour de los lugares que podían apreciar mientras él carruaje era conducido por Jasón quien se metió de incógnito para apoyar a su amigo

Con los años que habitaba en Inglaterra él buen George ya conocía la ciudad casi como la palma de su mano, se detuvieron en un lugar para almorzar, apeticion de Eliza se detuvieron para comprar ropa, excepto que ella no necesitaba, pero eso no quitaba que podía comprar la última moda, tanto el molusco de su hermano como nuestros queridos paladines estaban astiados en tener que ver modelar a Eliza con todo lo que compraba, por su parte George ya estaba cansado y agradecía que la señorita Candy no fuera así, ella prefería hacer donación con ese dinero y ahorrar para un futuro, pero eso no le quitaba de que tenía que tener un guarda ropa, pero la mayor parte eran regalos de sus tías y abuelos, que no se medían en comprar cualquier cosa a Candy y sus tres hermanitos.

*****
Luego de la cansada compra, llegaron a la mansión de los Ardley, Eliza quería tener la habitación que daba justo al jardín, trato de abrirla, pero para su muy mala suerte estaba cerrada

- Tía abuela está cerrada la puerta- Se quejo la zanahoria desabrida

- George....- Llamo la tía abuela al buen ayudante de los Ardley

- Si señora Ardley-

-¿Por qué está puerta está cerrada?- George miro la puerta a la que se refería, no era necesario ser un genio para saber de quién era esa habitación que de la misma Candy

- Con todo respeto, está habitación está cerrada por órdenes del señor Williams- Y era verdad, todas las habitaciones que pertenecen a la familia de Albert estaban con llave bien aseguradas, en las manos de Aurora e incluso las copias de estás y las de respaldo

- Pero yo quería está habitación- Renegó Eliza-

- George dile a Williams que...- La tía no termino de acabar la frase ya que Albert hacia su gran entrada

- Me temo que no podrá dormir nadien en esa habitación-

- Pero Williams...- Quería refutar la tía abuela, ya que de nuevo estaba cegada por los Leagan

De la amistad al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora