꒰ 𔘓 Epílogo ꒱

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¿Qué pasó después de aquella noche en la playa? 

Bueno, a los seis meses Eunsu y Heeseung se casaron, fue algo bastante privado con sus familiares y amigos más cercanos.

Ese día la felicidad de la pareja era más que notoria, finalmente habían dado ese gran paso y estaban más unidos que antes. Las miradas que se dedicaban cuando estaban separados hablando con sus amigos hacían que cualquiera quisiera tener una historia de amor como la de ellos dos.

La luna de miel fue mejor de lo que ambos esperaban. Tenían planeado visitar varios países, lo cual les llevó al rededor de dos meses y medio. La experiencia fue impresionante, vieron tantas cosas diferentes y nuevas que jamás imaginaron.

Ahora, después de un año y medio de casados decidieron darse unas vacaciones del trabajo e ir a un destino que a ambos le llamaba la atención; Japón.

Al bajarse del avión ambos fueron al hotel que habían reservado desde Corea. Tras ponerse una ropa más cómoda salieron.

—Casi es hora de cenar. —dijo Eunsu mirando su reloj.

Heeseung buscaba en su teléfono los sitios de comida más recomendados por y para turistas.

—¿Quieres okonomiyaki? —cuestionó el chico a lo que Eunsu asintió.

—No lo quiero, lo necesito, muero del hambre.

El lugar que Heeseung escogió no quedaba muy lejos de donde estaban hospedados por lo que podían ir caminando, y así lo hicieron con sus manos entrelazadas y viendo lo hermoso de Japón.

—Sonríe —Eunsu le tomaba fotos a Heeseung al lado de la estatua de Hachiko. —así no tonto. —comenzó a reír por las caras que hacía su marido.

Heeseung llegó hasta donde su mujer y le dio un beso en los labios antes de tomar su mano y comenzar a caminar.

(...) 

El despertar de Eunsu fue un poco fuera de lo habitual pues a penas poner un pie en el suelo corrió al baño y devolvió todo lo que había ingerido el día anterior.

Genial, otra mala digestión.

Se cepilló los dientes y al volver a la cama vio a su marido entrar con una bandeja en manos la cual traía ensalada de frutas, el desayuno favorito de Eunsu.

Ella en vez de alegrarse hizo una mueca de asco que no fue notoria para Hee.

—¿Es para mi? —cuestionó en voz baja a lo que el mayor asintió. Ella hizo un puchero y se acercó a abrazarlo. —Mi amor, tengo mala digestión otra vez. 

—¿Otra? ¿Cuántas van? 

—Tres.

La primera la tuvo el día antes de partir hacia Japón, la segunda hace apenas dos días y ahora la tercera.

—Tendremos que ir al médico para que te revise.

Park negó con la cabeza repetidas veces.
—No hace falta, solo compraré algo en la farmacia. —Heeseung asintió.

(...)

Genial, otra vez vomitaba. 

Vio el reloj que marcaba la 1:30 a.m. Definitivamente necesitaba ir a una farmacia.

Se vistió lo más rápido que pudo intentando de despertar a Heeseung.
Cuando estuvo fuera de la habitación tomó el ascensor y al estar en recepción preguntó amablemente donde quedaba la farmacia  más cercana, la recepcionista en el mismo tono le dijo donde se ubicaba la farmacia, además de darle pequeñas indicaciones de como llegar.

—Buenas noches. —Eunsu realizó una reverencía al entrar al lugar.

Para los que se pregunten, el idioma no era un problema para la chica ya que, como trabajaba en una empresa turística como traductora, se defendía en una gran variedad de idiomas, entre ellos el japonés que lo estudiaba desde que era niña ya que siempre le gustó el país y su cultura.

Le explicó todo lo que sentía y desde cuando lo sentía a la vendedora, la cual la miró de arriba a abajo y le vendió una tira de pastillas que acabarían con su mala digestión.

—Muchas gracias.

—También llevate dos de estas. —la encargada le entregó dos pruebas de embarazo a lo que Eunsu se sonrojó levemente.

—Disculpe, no creo que...

—Por si acaso.

(...)

Han pasado unos días y al parecer la mala digestión se había ido gracias a las pastillas.

"Al parecer"

Pero no, luego de dos días sin vomitar todo lo que comía, ahí estaba Eunsu, arrodillada frente al retrete y con su marido a su lado sosteniéndole el cabello.

—Amor, ¿puedes traerme una ensalada de frutas? —Usó la táctica de ojitos de cachorro sabiendo que a su marido le sería imposible negarse.

En realidad no quería nada, solo necesitaba que Heeseung saliera un rato para poder hacerse las pruebas de embarazo las cuales tenía escondidas en su bolsa de maquillaje.

Supongo que tendré que hacerlo.

Las hizo y esperó unos minutos, rezaba por que Heeseung se tardase.

Al pasar el tiempo que decía las instrucciones decidió acercarse al lavamanos donde las tenía volteadas para así no poder ver el resultado.

Ahora su corazón latía más rápido que cuando Heeseung confesó sentir algo por ella.

Escuchó la puerta de la habitación siendo abierta y se asustó tomando las dos pruebas de embarazo, al mirar el resultado soltó un chillido. 

Definitivamente no esperaba eso.

(...)

—¿Qué crees que es? ¿Niño o niña? —cuestionó Heeseung tocando la barriga de cinco meses de Eunsu.

—Humano. —respondió obvia.

—¿Que tegustaría que fuera? 

—Payaso o payasa como su padre.

—Ya~ me refería al sexo.

—Pues no lo sé.

—¿No has pensado en cuando nazca, comience a caminar, a hablar, a ir a la escuela, a tener amistades... ¿Te imaginas que conozca a una chica o chico y se hagan mejores amigos y luego se de cuenta de que tiene sentimientos hacía esa persona? Así como nosotros.

Eunsu quedó unos segundos mirando a Heeseung para luego negar con la cabeza.
—No me lo he imaginado y no quiero.

—¿Por qué?

—¿Recuerdas todos las cosas que pasaron antes de que nos abriésemos el uno con el otro y confesaramos estar enamorados? 

Heeseung bajó la cabeza y asintió. 
—Sí, sufrimos mucho ambos sin saber que éramos correspondidos. 

—Park Eunsu. —el doctor hizo acto de presencia en la sala de espera.

La pareja se puso de pie, estaban listos para saber el sexo del bebé o la bebé.

Todos esos días y noches llenos de lágrimas y tristeza se convirtieron en momentos llenos de risas, abrazos, besos, "te amo" y infinitas cosas que ninguno de los dos se habría imaginado a su escasa adolescencia. 

Porque sí, fueron dos tontos al no ir con la verdad desde el primer momento y esperar tantos años con mucha incertidumbre en sus corazones.

Todo lo que Eunsu no podía decir y Heeseung trataba de negar, los dañó mucho a ambos pero para llegar a ser feliz se necesita un largo camino lleno de objetivos que te fortalecerán antes de llegar a la cima.











𝙇𝙞𝙠𝙚 𝙖 𝙁𝙤𝙤𝙡 ♡ 𝙇𝙚𝙚 𝙃𝙚𝙚𝙎𝙚𝙪𝙣𝙜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora