Clínica
Betina: Doctor, quiero presentarle a la nueva resepcionista.
Fernando: Mhm (mirando la computadora y al levantar la vista no podía creerlo) Va-Valeria.
Betina: ¿Le pasa algo doc? Ya se la habían presentado?
Valeria: No, para nada, quizás escuchó mi nombre de ti.
Betina: Quizás lo dije pero...
Valeria: Un gusto doctor (estirando la mano).
Betina: Está sonando el teléfono, enseguida regreso.
Fernando: No te preocupes, yo le explico.
Betina: Gracias doc (saliendo).
Fernando: Valeria, Vale te busque tanto mi amor ¿Porque te fuiste?
Valeria: Este es mi trabajo doctor, no vengo a hablar de cosas personales pero es mejor que me vaya.
Fernando: No, por favor, no te vayas, Valeria perdóname, fui un idiota lo sé, pero todo este tiempo sin ti, me di cuenta que la única mujer que quiero eres tú, te amo a ti y nada más que a ti.
Valeria: Ya no nuestro terminó y sabes bien que no puedo perdonarte.
Fernando: ¿Aún me amas?
Valeria: Fernando basta.
Fernando: Mi amor por favor, sin ti no puedo.
Valeria: Lo hubieras pensado antes de estar con otra.
Fernando: ¿Que tengo que hacer para que me perdones?
Valeria: Nada, y seguiré en este trabajo porque lo necesito pero solo seremos jefe y empleada ¿Te queda claro?
Fernando: Pero Vale...
Valeria: ¿Claro o no? Sino me iré.
Fernando: Está bien, ok, tu ganas.
Valeria: Y no quiero que nadie aquí sepa que nos conocemos.
Fernando: Está bien, Vale ¿Cómo está Matías?
Valeria: Bien, muy bien, pero hasta ahorita te acuerdas, no que no era tu hijo por su forma de pensar? Que no quería un hijo afeminado y no se cuántas cosas más?
Fernando: Si, se que dije eso pero quiero verlo, necesito ver a mi hijo.
Valeria: Ok, eso no puedo negartelo, luego te daré la dirección.
Fernando: Gracias Valeria (sonrió).
Valeria: Si, claro (saliendo de la oficina).
Departamento de Valeria
7 p.m.Valeria: Pensé que saldrías hoy, como es tu día libre.
Martín: Es que no tenía ganas de salir.
Valeria: Mejor entonces.
Martín: ¿Porque lo dices?
Valeria: Hijo, tengo que contarte algo.
Martin: Dime.
Valeria: Me encontré con tu papá.
Martín: ¿A dónde? Te dijo algo?
Valeria: Aunque no lo creas es mi jefe, en la clínica.
Martín: No puede ser, eso se llama destino má.
Valeria: Claro que no, además le pedí que no diga nada que nos conocemos.
Martín: ¿Porque?
Valeria: Porque necesito el trabajo y si saben que somos marido y mujer aún no podré quedarme, pero no es solo eso.
Martín: ¿Y ahora que?
Valeria: Pregunto por ti y le dije que viniera a verte.
Martín: Mamá!!!
Valeria: Lo se amor pero es tu papá, en eso no puedo negarme, entiende.
Martín: No entiendo para que quiere verme.
Rato después golpearon la puerta y llego Fernando, él y Matías se quedaron unos segundos mirándose sin saber que decir, hasta que Fernando dijo...
Fernando: Hijo ¿puedo abrazarte? (Matías solo movió sus hombros y Fernando lo abrazó).
Valeria: Los dejo solos (lléndose).
Martín: Siéntate.
Fernando: Gracias ¿hijo me perdonas?
Martín: Lo haces porque quieres que mamá te perdone ¿Cierto?
Fernando: Claro que no hijo, se que es difícil aún para mí pero eres mi hijo, mi sangre y te amo, perdóname por favor Matías.
Martín: Gracias por entender papá (lo abrazó) ¿puedo preguntar algo?
Fernando: Lo que quieras.
Martín: ¿Aún amas a mamá?
Fernando: Con todo mi corazón.
Martín: Sabes que será muy difícil.
Fernando: Lo se pero lucharé, lo juro.
Platicaron un buen rato hasta que Fernando decidió irse...
Fernando: Bueno ya es tarde, me voy.
Martín: Ok y gracias papá.
Fernando: Sabes que te quiero, eres mi hijo.
Martín: Mami, papá ya se va, quizás quieres quedarte a comer.
Valeria: No creo que sea buena idea.
Fernando: Si, tu mamá tiene razón, es tarde.
Martín: Ok, te acompaño a la puerta.
Fernando: Adiós Valeria.
Valeria: Mhm.
Martin: Adiós (cerró la puerta) mamá porque hiciste eso.
Valeria: ¿Que cosa?
Martín: Ay no te hagas.
Valeria: Hijo, tu papá vino a hacer las pases contigo y ya, es tu papá pero hasta ahí.
Martín: Ya mamá, tienes razón, perdóname, ven vamos a cenar y después te voy a concentir (abrazándola y haciéndola sonreír).
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Junto a Ella
Fiksi PenggemarValeria y Fernando eran una matrimonio como cualquier otro, se habían casado jóvenes pero muy enamorados, tenían un hijo, Martín, un chico estudioso, amoroso pero liberal como su mamá... Con los años todo se volvió rutinario, monótono pero lo que t...