C8

393 36 26
                                    


Habitación de Valeria

Fernando: Vale.

Valeria: ¿Que haces en mi casa? Y porque no tocas la puerta.

Fernando: Déjame hablar.

Valeria: No quiero hablar, ya vete Fernando por Dios (llorando).

Fernando: No me iré, escuchaste?!! (la tomó de la cintura y la pegó a él).

Valeria: Sino me sueltas voy a gritar.

Fernando: Has lo que quieras mi amor (se miraron a los ojos).

Fernando no la soltó hasta que ella dejo de pelear y correspondió al beso, le rodeó el cuello con sus brazos y sus lenguas comenzaron a jugar, volvieron a sentir esos labios que tantas veces habían besado, se sentían como aquellos jóvenes enamorad...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fernando no la soltó hasta que ella dejo de pelear y correspondió al beso, le rodeó el cuello con sus brazos y sus lenguas comenzaron a jugar, volvieron a sentir esos labios que tantas veces habían besado, se sentían como aquellos jóvenes enamorados o más aún....
Se separaron y juntaron sus frentes sin decir nada...

Fernando: Vale, necesito que me escuches, que me perdones.

Valeria: ¿Tu sabes lo difícil que fue para mí que estuvieras con otra? Se que no estábamos en el mejor momento.

Fernando: Lo se, la rutina, mís enojos por lo de Martín y...

Valeria: Y que no hubiera podido darte más hijos.

Fernando: Vale...

Valeria: Se que eso también afecto Fernando.

Fernando: Si, quizás pero todo nos llevó a qué estuviéramos mal y no es excusa lo que pasó, lo sé pero después me di cuenta de que te sigo amando, como cuando te conocí, eres mi vida Valeria y me equivoqué pero perdóname, por favor, sin ti no puedo mi amor (con lágrimas en los ojos).

Valeria: No llores (secando sus lágrimas).

Fernando: Se que me dirás qué me vaya, que no puedes perdonarme y...

Valeria: Te amo Fer, aún te amo tanto tanto (tomándolo del rostro, se acercó lentamente y lo besó).

Fernando: Vale, mi Vale.

Valeria: No puedo más, ya no puedo.

Fernando la tomó de la cintura y la pegó más a él, los besos eran intensos, entre tropiezos llegaron a la cama y se recostaron allí, sin dejar de besarse, las caricias comenzaron, por fin la tenía así, como tanto quería, como tanto la extrañaba...

Valeria: Fer...

Fernando: Dime qué no te arrepentiste.

Valeria: No es eso, pero aún no además estamos en casa de Ana.

Fernando: Si, tienes razón, perdón.

Se quedaron acostados acariciandose uno al otro...

Fernando: Extrañaba tanto tenerte así, sentir tu perfume, tus labios, fui un idiota.

Junto a EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora