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Casa García - Ocampo.

Valeria: Ya lárgate!!! No quiero verte!!!!

Fernando: Valeria.

Valeria: Lárgateeee!!!

Valeria se fue a su habitación y cerró la puerta, aún no creía lo que estaba pasando, Martín entró despacio y allí la vió, llorando sobre la cama

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Valeria se fue a su habitación y cerró la puerta, aún no creía lo que estaba pasando, Martín entró despacio y allí la vió, llorando sobre la cama...

Martín: Mami, mamá no llores así (se sentó a su lado y la abrazó).

Valeria: No puedo creer todo esto, parece una pesadilla.

Martín: Pero si ustedes...

Valeria: Ya se que vas a decir, que ya no había amor, que ya ni nos mirábamos pero lo que hizo no tiene justificación Martín, una infidelidad no tiene justificación.

Martín: Lo se mamá, perdón.

Valeria: Quiero irme lejos, dónde no sepa de él, hablaré con Patricia.

Martín: Yo iré contigo.

Valeria: Pero y tus estudios, tu papá, no quiero que te alejes de él.

Martín: Los estudios pueden esperar, y puedo anotarme en la universidad donde vaya y a mi papá ni le intereso, me odia desde que le confesé que soy gay, además no pienso dejarte sola mami, nunca.

Valeria: No se que haría si no te tuviera hijo, te amo mi vida.

Martín: Y yo a ti mamá, mucho mucho (secando las lágrimas de Valeria).

Valeria habló con su amiga Patricia, quien se había mudado a Texas por trabajo, sabía que Fernando no sabía dónde vivía Patricia ahora y sería la mejor opción para que no sepa nada de ella. Se irían en la mañana después que Fernando se fuera a trabajar...

Habitación de Valeria

Fernando: ?Vale, duermes? (entrando despacio).

Valeria: ¿Que quieres? Te recuerdo que esta ya no es tu habitación.

Fernando: Hablemos porfa.

Valeria: ¿Hablar de que? Acaso te vas a justificar? Por favor Fernando.

Fernando: Se que no hay justificación para lo que hice pero te juro que no la amo, ella solo...

Valeria: Ella nada!!! No la nombres, se que en estos años todo se volvió rutina, se volvió todo frío y también se que nunca me personaste no haber podido darte otro hijo.

Fernando: No es así.

Valeria: No soy tonta, siempre quisiste otro hijo y desde que el doctor nos dijo que ya no podría tener más hijos después de tener a Martín, desde allí todo cambio entre nosotros y más cuando Martín te dijo...

Fernando: Ni lo repitas!!

Valeria: ¿Porque? Es mi hijo y lo seguirá siendo siempre, él no ha cometido ningún delito, sólo se enamoró de un chico y eso no lo hace menos hijo pero sabes que, esto se terminó Fernando y para siempre.

Fernando: Mi amor no.

Valeria: Mi amor nada!! (enojada y con lágrimas en los ojos) no soy tu amor y ya vete de mi habitación.

Fernando salió de allí, esperaba poder hablar con ella al otro día cuando volviera de su trabajo, sin saber que ya no la vería, ni a ella, ni a su hijo...

Al día siguiente
7 p.m.

Ana: Vale (abrazándola) te extrañaba tanto amiga.

Martín: ¿Y a mí no me extrañabas madrina?

Ana: Claro tonto, ven acá (lo abrazo) no saben lo feliz que me hace tenerlos aquí conmigo.

Valeria: No queremos molestar pero...

Ana: Pero nada, ustedes no molestas, tú eres como mi hermana y este muchacho hermoso es como un hijo para mí, además vivo sola, que mejor que tenerlos conmigo, los amo tanto.

Valeria: Gracias amiga (comenzando a llorar).

Martín: No te pongas así mami.

Patricia: Se que es difícil Val pero vas a poder, él no te merece.

Valeria: Lo se, pero aún duele y mucho.

Ana les preparó una habitación para ambos, tenía un departamento pequeño pero todos saldrían adelante...

México
Casa de Julián

Julián: Ay hermano, aún no puedo creer la trastada que hiciste Fernando.

Fernando: Ya no me lo digas más, se que soy un idiota, que me dejé llevar como un tonto por esa mujer.

Julián: Dime la verdad ¿Aún amas a Valeria?

Fernando: Con todo mi ser, ahora que no la tengo, me di cuenta que si la amo, que aún es ella la mujer de mi vida y con nuestra rutina, mi trabajo que para mí era lo principal, dejé que ella se cansara de mi y después cuando la engañe, pero Valeria fue y será siempre la mujer que amo hermano, sin ella no puedo pero fui un idiota!!! Idiota!! (llorando).

Julián: Tranquilo, la vamos a encontrar y te prometo que te voy a ayudar.

A la mañana siguiente
Texas

Martín: Buenos días.

Valeria: Buenos días amor.

Patricia: ¿Cómo durmieron?

Martín: Súper bien tía.

Valeria: Tengo que buscar trabajo y nunca trabaje, siempre estuve para mi casa, mi hijo y para (bajó la mirada).

Martín: Ya no pienses en papá, se que duele má pero tú no hiciste nada malo.

Patricia: Mira, puedo hablar con mi jefe en la tienda y quizás puedas trabajar ahí.

Valeria: Es que no se hacer nada pero puedo aprender.

Patricia: Yo te enseñaré, tu no te preocupes, eres muy inteligente y puedes Val.

Martín: Yo también voy a trabajar.

Valeria: Pero amor, tú tienes que estudiar, busca una uni.

Martín: Mamá, eso puede esperar, puedo lograrlo después y lo sabes pero ahora necesito ayudarte, entre los 3 podremos salir adelante.

Valeria: Gracias a los dos, de verdad.

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