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Clínica

Valeria: Permiso, le dejo las historias clínicas de hoy doctor.

Fernando: ¿Y Betina?

Valeria: Aún no ha llegado.

Fernando: ¿Y como te fue ayer con tu nuevo amiguito?

Valeria: No tengo que darte explicaciones, no se te olvide (dió la vuelta para irse y Fer se levantó y la jaló del brazo) suéltame!!

Fernando: ¿Que pretendes con esto? Darme celos o que?

Valeria: ¿Darte celos? No me hagas reír Fernando, por favor.

Fernando: Más te vale que no le hagas caso, no eres tonta, sabes bien lo que quiere.

Valeria: Si lo sé, pero yo no soy como tú, tan débil para caer en esas cosas, si le hago caso es porque quiero y no por débil, y ahora suéltame.

Fernando: Nunca me vas a perdonar ¿cierto?

Valeria: No (se zafó del brazo y salió).

Fernando: Que hago, que hago maldita sea!!! La estoy perdiendo.

Recepción

Betina: Vale, perdón por llegar tarde.

Valeria: No te preocupes.

Betina: Veo que ya llevaste las historias clínicas a los consultorios de los doctores.

Valeria: Mhm, así no tenías tanto que hacer, hoy por ti, mañana por mi.

Betina: Eres una genia Vale.

Luciano: Buenos días mujeres hermosas.

Betina: Aw que galán doc.

Luciano: ¿Estás bien Vale? Te veo rara.

Valeria: Si, estoy bien, no te preocupes.

Luciano: ¿Segura?

Valeria: Si de verdad.

Luciano: Ok, voy a mi consultorio, cualquier cosa me avisan.

Betina: Si doc.

Valeria: No te preocupes.

Betina: Oye Vale, creo que le gustas eh.

Valeria: Ay Beti!!!

Betina: Se nota, o me vas a decir que no te das cuenta niña.

Valeria: Bueno si pero solo somos amigos.

Betina: Tú estás sola y él también ¿que te detiene? Además es muy guapo.

Valeria: Porque mejor no trabajamos.

Betina: Si claro, pero es guapo uuuyyyy.

Valeria: Ya!! (riendo).

Casa de Ana

Ana: Ya me contaron de tu nuevo galán.

Valeria: Quien habrá sido eh (mirando a Martín) y no es galán, somos amigos Ana por Dios.

Ana: Por ahora.

Martín: Mhm.

Ana: Y como va todo con Fernando, se que hablo con Martín e hicieron las pases pero tú ¿Cómo te sientes?

Valeria: No lo sé, no se ni que sentir, tenerlo todos los días en mi trabajo, si no fuera porque me pagan bien y lo necesito, me iría, hoy me hizo una escena de celos.

Martín: Mamá, se por todo lo que pasamos pero lo ví arrepentido de verdad, con esto no quiero decir que vuelvas pero yo creo que está siendo sincero y aún te ama.

Ana: Si la amara no la hubiera engañado.

Martín: Lo se tía pero lo siento mal de verdad.

Valeria: Ya Martín, de verdad estoy feliz que tú y él estén bien pero ya lo nuestro es diferente.

Ana: Tu mamá tiene razón.

Martín: Si está bien, mami, perdón, solo quería decirte lo que sentí cuando lo ví.

Valeria: Si, lo sé mi vida, hablemos de otra cosa.

Martín: ¿De ese tal Luciano por ejemplo? (sonrió).

Valeria: Marti (achicando los ojos).

Martín: Era broma má, ya disculpame (abrazándola y dándole besos) no te enojes mamita linda, porfi, porfi.

Valeria: Ya!! hijo basta!! (riendo).

Al día siguiente ya Valeria estaba mejor, se había dicho así misma que necesitaba ese trabajo y no iba a dejar que Fernando arruinara todo, sería trato de jefe a secretaría, nada más...

Betina: Vale, dice el doctor García que te necesita en su oficina.

Valeria: Voy.

Consultorio de Fernando

Valeria: Permiso doctor.

Fernando: Pasa.

Valeria: ¿Para que me necesita?

Fernando: Pasa y cierra la puerta.

Valeria: Ok (cerró la puerta y se quedó parada frente a él).

Fernando: No voy a hablar de trabajo.

Valeria: Entonces me voy, porque con usted no hablaré de otra cosa.

Fernando: Claro que hablaras (la tomó del brazo).

Valeria: Suéltame ya!!!

Fernando: ¿O sino que? ¿Vas a llamar a tu amiguito?

Valeria: Fernando hablo en serio, sueltame.

Fernando: Dime ¿Que sientes por él? ¿Te gusta? Porque te recuerdo que no eres libre y tú eres mía.

Valeria: No soy de nadie, no soy un objeto.

Fernando: Ya te olvidaste de mi.

Valeria: Tu te olvidaste de mi cuando te acostaste con esa golfa.

Fernanda: Contesta mi pregunta.

Fernando la puso contra la puerta y se pegó a su cuerpo sin dejarla moverse, la tomó de la cintura fuertemente y le hablo muy cerca de sus labios...

Fernando: Habla Valeria!!! Dime si ya no sientes nada por mi.

Valeria: Suel-sueltame!!

Fernando: ¿De verdad quieres que te suelte? Porque no se nota eh.

Valeria: Bas-basta (con la respiración agitada).

Fernando: Pídemelo, dime qué te suelte (rozando sus labios).

Valeria tenía la respiración cada ves más agitada, sentía el roze de los labios de Fernando, esos que tanto amó y que ¿aún amaba?...

Valeria tenía la respiración cada ves más agitada, sentía el roze de los labios de Fernando, esos que tanto amó y que ¿aún amaba?

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