no manners 。 yuta

誇り高い '

_____________________________________

El campus parecía un lugar desolado sin estudiantes caminando por allí. La temperatura bajaba gradualmente a medida que la luz solar era casi imperceptible, así como la nieve se acumulaba en cada rincón del exterior.

Al igual que el campus, los edificios en conjunto parecían abandonados, ventanas cerradas y sin una pizca de luz que se reflejara desde adentro.

A excepción de la habitación donde yacía Adachi Akari.

Mientras una tranquilizante melodía sonaba en su teléfono, la de cabello café daba las últimas modificaciones a sus bocetos de diseño. Sus siguientes proyectos se centraban en una colección elegante de invierno.

Ese mismo día en la tarde miles de ideas nuevas llegaron a su cabeza cuando leyó en un blog sobre las nuevas tendencias que se aproximaban para el próximo año y no quiso perder el tiempo.

Se apreciaba en la pantalla de su laptop a una mujer castaña clara sirviéndo nuevamente su taza con chocolate caliente recién preparando, su profesora Uchinaga. Tomó malvaviscos del pequeño plato que tenía a su lado y los arrojó en la taza. Esperaba ansiosa alguna novedad de su alumna, pues había estado diez minutos en silencio concentradísima en lo que hacía.

— ¿Qué le parece? —Akari cuestionó a su maestra tomándola por sorpresa. Acercó una de sus obras a la cámara para que esta pudiera detallarla mejor—. Un abrigo largo holgado con un escote pronunciado —señaló con su bolígrafo cada extremo del dibujo explicando—. Se vería llamativo, elegante y con clase. También sería muy versátil teniendo en cuenta las condiciones climáticas.

Su profesora guardó silencio unos minutos, detallando el dibujo en mano de su estudiante. Akari se vió obligada a compartirle a su profesora cada idea que cruzara por su mente, pues la mujer quería ser testigo del comienzo de cada una de sus piezas y aunque a veces tuvieran desacuerdos le era de mucha ayuda. Uchinaga Aeri era una profesional y tenía muchos criterios evaluativos estrictos que según muchos de los estudiantes la hacían un hueso duro de roer. Además de que estudió en París desde muy joven el diseño de modas.

— Me gusta la idea. ¿Qué material utilizarías para la confección?

— Terciopelo.

La mayor alzó una de sus cejas y asintió con su cabeza, se tomó el mentón mientras permanecía en silencio observando la imagen con sus ojos entrecerrados. Poco después, tomó un bolígrafo y comenzó a trazar líneas en ella.

— ¿Por qué no lo estilizas un poco más en el torso? —Akari dejó de mostrar el boceto para detallarlo ella misma—. Haz que la figura de la modelo destaque, que se apegue a su torso, las mangas puedes dejarlas holgadas, reflejará madurez a la prenda —comentó la profesora mientras su bolígrafo se movía sobre el papel—. Agrégale detalles, un cinturón y se verá fabuloso.

La mayor enseñó su idea a la contraria cuya libreta se reflejaba en la pantalla de la laptop, Akari observó el boceto de su profesora y luego el suyo. Tenía razón, su abrigo holgado lucía aburrido, no era lo suficientemente elegante ni atractivo.

— Tiene razón. Otra vez.

Uchinaga Aeri esbozó una sonrisa y Akari tomó en cuenta las correcciones dadas. Tomó su bolígrafo y escribió en una esquina del boceto "Hacerlo más estilizado, agregar detalles y un cinturón".