Whispers: People Don't Know How It Feels

🍁Leo

Este era un chico inocente, carente de experiencias sexuales que rebasaran los límites. Nuestro primer encuentro fue casual y sorpresivo. Donde vivo es popular una bebida refrescante sacada del bagazo de la caña de azúcar, Guarapo. No olvidaré que Odet, mi compañera de habitación de la beca me acompañaba. Él estaba a mi lado y dijo: tú eres de mi ciudad. Quedé algo pensativa y eufórica por dentro. Fue un evento extraordinario para mí que se acercara algún chico de esa manera.
Luego de un tiempo vivido, llegué a saber que era la última opción del reparto.
Leo sonreía hermoso. Tenía mucho de lo que amaba en los chicos de mi edad. Sencillo, medido en palabras, inteligente en clases y se adaptaba bien a su entorno. Sus compañeros de apartamento eran fiesteros y compartidores. Nos empujaban a encuentros fortuitos y a dar pasos más allá en la relación que recién comenzaba.
Lili, mi sombra y motor de energía al inicio, llegó a estar celosa de mi cercanía con él. Pero no podía decir mucho al respecto cuando ella había sido novia del chico que le confesé, me atraía un poco. Ella no importó en el instante en que mis ojos tocaron la mirada de Leo. Su traición banal fue una caricia a mi ego, Leo era una grieta que estaba segura de querer dejar sangrar. Quería a ese chico y lo que representaba su bella ingenuidad.
Quería la sinceridad que él brindaba y que mi "amiga" no mostraba en su mirada.
Digamos que nos juntamos por 13 meses, el noveno y décimo no se cuentan porque fue una separación por mi parte.
Luego, conocí a Alexander. Él era el primo de una chica de mi apartamento universitario y congeniamos. Bailamos y bebimos juntos, jugamos alrededor más allá de la inocencia pero fue una experiencia no grata, novatada del siglo le llamé.
Después eso acabó. Volví ante los ruegos de mi ex, pensando que tal vez, sólo tal vez, era que lo había intentado poco. Error.
No me gustó más se obligada a ver pelis, menos que criticaban mis gustos "chinos". Tampoco si falta de chispa ante la gente. Entonces, empecé a buscar madurez y Chic os grandes que me brindaran seguridad.