¿Desde cuándo comencé a sentir esto?
¿En qué momento empecé a quererlo de otra forma a la que debería?
¿A partir de qué punto de mi vida dejé de verlo como lo que es?
Como mi padre.
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✨La historia no está relacionada al anime.✨
Los personaj...
Shikamaru se preocupó al no ver a Sasuke en las clases, por lo que le mandó un mensaje cuando se acabó su primera clase.
Aunque no recibió respuesta alguna, lo que le preocupó aún más, no fue hasta que uno de los maestros le dijo que había faltado por un inconveniente familiar gracias a que se había acercado a preguntarle.
Dicha respuesta lo tranquilizó de sobremanera y pudo continuar con sus actividades, después le pasaría todo lo que vieron a Sasuke.
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El día pasó en un abrir y cerrar de ojos, ahora Sasuke se encontraba de regreso a la ciudad.
Se había quedado a dormir en casa de los abuelos de Shikamaru, pues la habían insistido en que lo hiciera y salió a las siete en punto para poder tomar el tren de las ocho.
Agradecía internamente que no tuviera muchos síntomas de su enfermedad, solo tuvo algunos mareos y dolores de garganta soportables.
Sonrió al recordar lo cómodo que se había sentido durante su visita, la madre de Shikamaru tenía razón, ambos señores eran muy agradables y no habían dudado en darle el juego una vez les contó lo que tenía planeado para darle a su nieto.
El abuelo de Shikamaru tenía dos juegos, uno de ellos lo tenía desde hace algunos años y otro era uno aún más antiguo.
Sasuke tenía pensado pedirles el más reciente, pero el señor había insistido en que se llevará el otro y tampoco había aceptado el dinero que le daba para que se lo vendiera. Pues alegó que era un juego que había heredado de su padre, quien a su vez lo había heredado de su padre, osea su abuelo, y que ahora le gustaría heredarse lo a su nieto; se lo había dado a su hijo, el padre de Shikamaru, pero este lo había dejado el día que se mudaron a la ciudad.
Terminó aceptando llevárselo y ahora lo llevaba en su mochila, envuelto en papel de regalo junto a un accesorio de recuerdo del pueblo; por su parte el también llevaba un recuerdo el pueblo, cortesía de los abuelos de Shikamaru, y una fotografía que decidieron tomarse, un gesto muy lindo de parte de la pareja adulta.
Le mandó un mensaje a la madre de Shikamaru para informarle que llegaría un poco tarde a la celebración y le mandó otro a su madre para decirle que llegaría a las cuatro.
Durante el viaje se durmió unas horas y las restantes la pasó escuchando música y viendo el paisaje.
Cuando llegó tomó un taxi hacia su casa, una vez en ella saludó a sus padres que estaban en la sala, al ser fin de semana su padre descansaba por lo que no se extrañó de verlo a esa hora.
-. ¿Cómo les fue en el viaje?.- preguntó su madre.
-. Bien.- le respondió con una sonrisa.
-. ¿Quieres que te caliente la comida?.
-. No, saldré a la casa de Shikamaru, es su cumpleaños y me invitó; comeré allá.
-. De acuerdo, ve a arreglarte.- dijo su madre emocionada.
Asintió y se dirigió a su habitación, agarró la ropa que se pondría para después ir al baño y tomar una ducha.
Se arregló lo más rápido posible y al terminar agarró el regalo.
-. Ya me voy.- les dijo mientras se ponía sus tenis.
-. Te llevaré.- la voz de su padre sonó a sus espaldas.
Volteó a verlo y asintió al notar la sonrisa que le dirigía.
Ambos fueron al carro, se subieron y su padre comenzó a conducir.
Fugaku comenzó a hacerle plática, la cual no dudó en seguir para no incomodar el ambiente; esa agradable como solis serlo antes de que su enfermedad apareciera.
Se sentía cómodo, aunque un poco nervioso, hacía un tiempo que no estaba a solas con su padre y conversando como lo hacían antes.
No sentía dolor alguno.
Cuando llegaron Sasuke se despidió de su padre y salió del carro, comenzó a caminar hacia la casa de Shikamaru; cuando estuvo frente a ella tocó el timbre y esperó a que abrieran.
Y quien lo hizo fue Shikamaru, este sonrió al verlo y Sasuke le devolvió la sonrisa.
-. Creí que no vendrías.- dijo mientras lo dejaba pasar.
-. Lo siento, tuve un retraso con un asunto.
-. Descuida, al menos llegaste, vamos.
-. Espera.- Sasuke lo detuvo al ver que iba a caminar -. Toma, es tu regalo, feliz cumpleaños.- habló un poco apenado y nervioso.
Shikamaru sonrió y tomó el regalo.
-. Gracias.- lo pensó un momento y después abrazó a Sasuke, quien se sorprendió por el repentino acto -. No tenías que molestarte.
Se separó del abrazo para poder caminar siendo seguido por Sasuke, quien te ja sus mejillas levemente sonrojadas.
Caminaron hacia la puerta que los dirigía al jardín.
Sasuke saludó a los que estaban ahí y comenzaron a platicar de varias cosas.
Pasó la tarde cálidamente y llegó la hora de partir el pastel, poco después comenzaron a irse a sus casa.
Ahora solo quedaba Sasuke, quien les ayudaba a recojer y limpiar.
-. ¿Cómo te fue en el pequeño viaje?.- le preguntó Yoshino con curiosidad mientras lavaba los platos.
-. Bien, los señores fueron muy amables.- le respondió con una sonrisa mientras secaba los trastes ya lavados -. Espero le guste el regalo.
-. Estoy segura de que le encantará.- le sonrió de vuelta -. ¿Quieres quedarte un poco más para ver su reacción?.
