Hermione no sabía cómo sentirse esa noche mientras estaba arropada bajo las sábanas. Su mente seguía saltando a Severus Snape y al hecho de que una buena parte de su vida había sido totalmente borrada de su memoria. No tenía ni idea de las terribles atrocidades que había infligido ni del dolor y el sufrimiento que había infringido a muchas personas pero, por otro lado, no sabía que era el antihéroe total que necesitaban y no sospechaban. Una enmarañada red de mentiras y engaños que tejió con tanta delicadeza y perfección. Un laberinto perfecto de mentiras que incluso el más nefasto de los señores no tenía ni idea de que le estaban tomando el pelo. Un hombre de tal diversidad e inteligencia merecía más que el camino que su vida había tomado.
No tenía ni idea de que Lily Potter había muerto, hacía mucho, mucho tiempo y no tenía ni idea de que Harry Potter había salvado el mundo de los magos. No tenía ni idea de quién era ella y, por alguna razón, eso le escocía un poco. Todo el tiempo que había pasado con él y ella no estaba en el primer plano de su mente le molestaba por alguna estúpida razón. Ella era literalmente la única persona que lo visitaba y ¿él no tenía la decencia de recordarla?
No tenía ni idea de que Dumbledore había muerto. Había tantas cosas de las que él no tenía ni idea y ella no tenía ni idea de cómo o si debía decírselo.
Eso la llevó a su siguiente pensamiento cuando estuvo listo para salir del hospital, ¿a dónde iría? No tenía a nadie. Supuso que ella lo traería aquí, siempre lo tuvo en mente desde que todo se desencadenó. De alguna manera, se sentía la única responsable de él porque fue ella la que presionó y presionó para que lo salvaran, fue ella la que escudriñó los libros y buscó información por todas partes... y fracasó. Se sentía la única responsable de esto ahora mismo y la carga debería ser suya.
Se acostó con la cabeza cansada para dormir, pero no pudo evitar dar vueltas en la cama. ¿Cómo podía decirle al hombre que el amor de su vida había muerto de nuevo? ¿Cómo podía reconstruir su vida para él poco a poco y hacerle vivir de nuevo muchos recuerdos agonizantes? ¿Por qué todo esto dependía de ella? El hombre no era el villano que todos habían pensado y, sin embargo, ni una sola persona fue capaz de detenerse y darle la hora durante todo el tiempo que permaneció frío y solo en aquel hospital.
Las lágrimas se clavaron en sus ojos y se le formó un enorme nudo en la garganta. No podía creer que alguien en la vida pudiera no tener absolutamente a nadie y eso le desgarraba el corazón. Ese era el problema de Hermione, se preocupaba demasiado, era demasiado sensible, demasiado cariñosa, demasiado justiciera, quería ser la heroína del día, siempre se machacaba cuando fallaba, era muchas cosas, algunas las odiaba de sí misma y otras las amaba.
Se frotó ferozmente las mejillas ante el flujo de lágrimas que caían libremente y sin pausa. Algunos días le encantaba vivir sola aquí en el campo y otras veces deseaba vivir en un lugar menos apartado para poder pasear por las calles cuando su mente no se apagara. No le apetecía mucho pasear por los pastos en la oscuridad del cielo de medianoche.
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𝑬𝒍 𝒆𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐 𝒑𝒍𝒂𝒄𝒆𝒃𝒐 || 𝑺𝒆𝒗𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆
FanfictionHermione Granger siempre ha intentado hacer del mundo un lugar mejor, cuando se entera de que Severus Snape está en San Mungo solo en coma sin que nadie en el mundo se ocupe de él, se encarga de sentarse con él y mostrarle algo de amabilidad. Dijero...