Capítulo 23▫️

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"¿Por dónde empiezo?" preguntó Severus, pero la pregunta era más bien para sí mismo y no para Harry. "Kingsley", respiró profundamente. "Kingsley no era el hombre que proyectaba ser, Potter. Si tuviera que usar una palabra para describirlo, sería vil. Si pudiera usar más adjetivos, serían intolerante, sexista, deplorable e idiota".

"Bu.." Harry trató de intervenir, pero Severus levantó una mano para detenerlo.

"Puede que Kingsley tuviera algunas cualidades excelentes, pero la mayoría de las veces, éstas eran sólo para aparentar. Le decía a la gente lo que quería oír. Dile a la gente lo que quiere oír y la tendrás pendiente de cada una de tus palabras y comiendo de la palma de tu mano."

"¡Sólo lo dices porque te odiaba!" escupió Harry con violencia, sentándose en el borde del sofá de Hermione como un resorte enrollado a punto de romperse. La tensión a través de su cuerpo era visiblemente clara.

"Mi querido muchacho, quiero que sepas que lo odiaba igual o más de lo que él me odiaba a mí. Y la única razón por la que sentía una severa aversión por mí era porque yo podía ver a través de la fachada que lanzaba y él odiaba eso."

"¿Y crees que eras mejor que él? Eras un mortífago; ¡eres todo y más de lo que decías que era él!" Harry se puso en pie y comenzó a pasearse violentamente, cada paso exagerado por la ira. Los dedos se flexionaban en puños mientras caminaba, tratando de evitar darse la vuelta y golpear a Severus.

"Tal vez". Se encogió de hombros. "Pero al menos no lo oculté y fingí ser alguien que no era. Seré el mismo cretino deplorable y baboso en tu cara que a tus espaldas. Conmigo no hay sorpresas, pero hay una cosa que nunca he hecho ni haré, y es agredir sexualmente a las mujeres jóvenes ostentando el poder sobre sus cabezas". Cruzó los brazos sobre el pecho y esperó su contraargumento.

"¿Qué?" Una curiosa inflexión ascendente se mezcló con la pregunta.

"Ya me has oído", su voz era fría como el hielo, la mirada fija en el chico. No era alguien a quien dar la espalda y menos cuando estaba así de molesto.

"¡Eres un mentiroso!" Gruñó Harry, deteniéndose en el lugar y mirando fijamente a Severus.

Severus le devolvió la mirada, preparándose en el lugar en caso de que Harry arremetiera contra él como creía que haría.

"Soy muchas cosas, Potter, pero mentiroso no soy. Ponía a las mujeres en posiciones en las que su única salida, por pura desesperación, era ofrecer sus cuerpos como formas y medios de pago."

"¡Eres el mayor mentiroso que existe!" Gritó. "Le has mentido a Voldemort a diario".

"No. Oculté la verdad por el bien del mundo. Hay una diferencia. No ejercía el poder sobre las mujeres y las obligaba a reducirse a poco más que a objetos sexuales para mi deseo y gratificación."

"¿Tienes pruebas?"

El silencio. Un silencio pesado y espeso los consumió de vuelta como una pesada niebla en la habitación. Severus no quería decir nada, no le correspondía contar lo que le había pasado a Hermione, ese era su dolor y que ella hiciera con esa información lo que quisiera.

"No hay nada que pueda divulgarte".

"Entonces estás mintiendo. Kingsley era un hombre mejor de lo que tú podrías ser nunca, y eso lo odiabas". Dio tres pasos hacia Severus y le sostuvo la mirada con la suya de acero. "Y no podías soportar el hecho de que la gente lo admirara y te mirara a ti. Te hacía burbujear la rabia en la boca del estómago el hecho de que tú tuvieras lo que te merecías y él llegara a donde llegó por sus méritos. Odiabas todo de él porque tenía todo lo que tú querías. Respeto. Poder. Admiración".

𝑬𝒍 𝒆𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐 𝒑𝒍𝒂𝒄𝒆𝒃𝒐 || 𝑺𝒆𝒗𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora