Día 26

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Selene

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Selene.

Los días siguientes, fueron ese periodo de duelo que vive tu corazón, y estaba bien extrañar a las personas, el único problema es que a mí se me dio por extrañar a muchas al mismo tiempo.

Eithan dejó de escribir, de llamar y no saben cuanta falta me hicieron sus palabras. Lloré, y mucho, cinco días seguidos, pero este dolor no me provoco pánico, fue soledad y tristeza pura.

Mi mente guardó esperanza por algunos momentos, pensando que él regresaría, que podíamos solucionarlo, pero realmente no había nada por arreglar.

Para el sexto día, fue cuando le dije a mi mente:

—Tienes que seguir, no intentes buscarlo.

Y sabía, que a pesar de que había momentos en los que decía: —Hay que avanzar.

Aún me faltaban muchas noches llorando a su recuerdo, de esas que te hacen fuerte. En el amor y en la guerra no hay reglas.

A veces ganamos y otras perdemos.

Yo perdí.

Lloré y lloré, pero es que no podía evitarlo, una parte de mí lo necesitaba.

Otra, me gritaba que era por mí por quien debía cambiar.

Y Alba, ella me escuchó la tarde que me aparecí por sorpresa.

Abrí la carta de Eithan, no era muy larga, pero si precisa.

Selene.

Te amo tanto, por eso te dejo ir, sé que la tarde será dolorosa, pero es por nuestro bien, te amo, no lo olvides nunca te lo suplico, recuerda que lo único que quiero es que tú estés bien y que puedas brillar, estaré contigo siempre, las palabras no me salen y me siento mal por eso, porque siento que tengo tanto por decirte y pocas maneras para dejarlo salir. Lo lamento, realmente lo siento.

Torna quando puoi, il mio cuore sarà sempre tuo.

—Eithan.




Meses después.

El dolor ya era más llevadero, y las cosas de la universidad me mantuvieron distraída.

Ya estaba en Casiopea, el campus tenía esa estética antigua, era de piedra, y aunque podías usar la ropa que tú eligieras, ninguno perdía ese estilo dark academia.

Realidad LIBRO II ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora