Jar Of Hearts♥ (The Beatles)

¡Hora del espectáculo!

Rita se encontraba delineando sus párpados, finalizando su maquillaje para su actuación.
Era técnicamente una obra de teatro, con números musicales, lo cual hacia más atractivo el teatro.
Ella personificaría a una joven y atractiva chica, del ya conocido Moulin Rouge parisino, que adoraba jugar con los sentimientos de los hombres, lo cual era una actitud a favor de las mujeres, en aquella época
Estaba acomodándose el vestido rojo, que caía de su cadera como una cascada, cuando un joven con un antifaz, sonriendo y asomando medio cuerpo le habló desde la puerta

-¡Jude!- vociferó Rita, girando su cuerpo completamente hacia él, con alegría
-¿Cómo me reconociste?- vociferó Jude, entrando completamente al camarote
-Solo alguien estúpido no podría reconocer esa sonrisa- dicho comentario hizo que ambos se sonrojaran y Rita continuó- vamos, tengo que estar detrás del escenario en el momento que acabe el segundo acto

Camino al escenario, ambos se toparon con Margaret, la cual tenía el rostro completamente pálido y venía alardeando hacia ellos con una voz casi inaudible debido a la música del escenario
-Todo esta jodido- espetó Margaret con la voz quebrada, conteniendo el llanto
-¿Qué pasó?- dijo Rita ayudando a Margaret a sostenerse
-Michael, tu compañero de escena…- se detuvo por un momento, para no caer y continuó- un hijo de perra lo chocó cuando venía camino acá y fue directo al hospital

-¡Oh dios!- masculló Rita, llevándose las manos a la boca con impresión. Se comenzó a sentir mareada, ya que sería complicado hacer el último acto solamente ella. Decidió calmarse, se armó de valor y continuó- No te preocupes, yo lo haré

-¡QUE DICES!-exclamó Margaret abriendo los ojos con gran sorpresa- más allá de parecer atractivo, parecerá una escena erót…
-De eso no te preocupes, tengo mi forma de complacer a un público impaciente- concluyó Rita, segura de sí misma. Tomó el sombrero rojo que Margaret llevaba en las manos y se dirigió a su puesto
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Paul junto con Jane, John y Ringo, se encontraban casi al frente, esperando atentos junto con la demás audiencia a que iniciase el último acto.
Como la vez anterior a la que había asistido en el Sadler’s Wells, Paul tenía cierta ansiedad puesto que ahora no estaba del todo contentado con Rita

Después de un breve intermedio, las luces descendieron y solo se ubicó una luz blanca en el centro. Se encontraba un joven bien trajeado, que conforme chasqueaba sus dedos hacia un lado, aparecía otro, de igual manera trajeado.
Así, sucesivamente hasta que se encontraron diez jóvenes en el escenario y comenzaron a orientarse al centro
De nuevo, una luz blanca apuntó hacia el extremo derecho del escenario y ahí, se encontraba una mujer irreconocible, por la sombra del sombrero que solo dejaba ver sus labios rojo carmín. Era Rita

En la penumbra de las luces, entonó el verso de una melodía. Con solo la voz inicial, Rita logró estremecer a toda la audiencia, incluido Paul, que quedó sin habla alguna
Asimilaba a una bella cantante de los 50’s, con una voz tan suave, potente y seductora, que podría enamorar a cualquiera.
Paul giró la cabeza hacia la izquierda y logró observar a un sujeto boquiabierto al cual le había plantado una bofetada su esposa
Regresó a su posición y observó a Rita caminar tranquilamente, cantando y meneándose antes los diez jóvenes trajeados en escena

Paul tuvo una sensación de celos por observar a los chicos, como Rita pasaba sus manos por los rostros y hombros de los chicos. Aun así, tuvo que reconocer que le fascinó la voz tan estudiada que tenía Rita

Después de la primera parte de ajetreo y música del “Moulin Rouge”, las luce se apagaron y prendieron inmediatamente, dejando ver a Rita recostada al centro del escenario. Llevaba en la mano un velo, con el cual comenzó a recorrer su cuerpo
Se iba incorporando, haciendo los movimientos con el velo, que hubiese hecho con su pareja, los cuales, en efecto, eran algo eróticos

Paul se encontraba en estado de shock total; sus manos sudaban un poco y temblaban, se mordía los labios constantemente
Mientras que todos los hombres bien se encontraban hipnotizados (y alguna que otra mujer, que la miraba fijamente) Paul comenzó a sentir algo de movimiento en su entrepierna, por lo que, en un movimiento brusco, se quitó su chaqueta y se la colocó encima

-¿Estas bien, hombre?-masculló John con actitud burlona, notando que Paul estaba algo rojo
-Si, si, es solo que me molestaba un poco- contestó Paul, apoyando su brazo en el respaldo y tocando sus labios constantemente
-Si claro, la chaqueta…-dijo John, haciéndole un gesto de que sabía muy bien lo que pasaba

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Jude se encontraba entre las cortinas, viendo a Rita fijamente. A pesar de que sentía lo mismo que la audiencia, decidió tranquilizarse y contemplar a la Musa perfecta, como el mismo la denominó, pues le parecía ni más ni menos que la mujer de sus sueños…
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Rita concluyó con algunos pasos de ballet y lanzó el velo al aire, acompañada del barullo y aplausos del público
Paul se levantó de inmediato, ya pasado su incidente, para llegar rápidamente a los camarotes, pero la mano de Jane lo detuvo
-Mira, vamos por acá que es más rápido-comentó Jane apresurada
-C…Claro- contestó Paul tartamudeado. No faltó algún curioso que los identificó y se dirigieron a Paul y Jane, a John o a Ringo, pero estos continuaron su camino.

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Detrás del escenario, Rita, Margaret y el resto del elenco festejaban por el éxito

-¡No puedo creerlo! ¡Mira nada más cuanta audiencia tuvimos y cual!- dijo Margaret con euforia- en verdad, lo diste todo
-¡Muchas gracias!- contestó Rita con alegría
-Pues, no me queda nada más que decir, esta es tu nueva casa- dicho esto le dio un abrazo y algunos más se unieron entre risas y uno a uno se despidieron de Rita
Se esparcieron poco a poco hasta dejar a Rita y Jude aparatados de todos
Rita se giró hacia Jude, sonrió de felicidad, con las pupilas dilatadas y se abalanzó a él, abrazándolo fuertemente

-¡Puedes creerlo! Ya pertenezco aquí, es que…-volvió a soltar un grito de alegría
-¿Estudiaremos juntos sabes?-respondió Jude, sonriente, sin soltar aún a Rita y ésta a él
-¡Es verdad!-continuó con euforia- no podría ser mejor…
-Estaremos bien, ya lo verás- masculló Jude, dándole un dulce beso en la frente, deseando que ese abrazo durara eternidades

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Paul, Jane y John se habían despedido de Ringo, ya que este debía ir a casa junto con su esposa y su hijo. Solo los restantes llegaron detrás del escenario. A la mente de Paul vino el recuerdo de ese lugar y el rostro de Rita, sin expresión alguna más que tristeza y furia
En el momento que llegaron Paul se detuvo en seco, al contemplar la escena ante sus ojos
-Rita…- masculló entre dientes, con un sentimiento de furia, cerrando los puños

Observó cómo Rita se aferraba al saco del muchacho y este girando la cabeza hacia los espectadores, cruzando la mirada con Paul, cargada de tensión
El joven le dio una señal a Rita, esta se apartó, giró la mirada y se encontró de igual manera con los ojos de Paul

-¡Hola!- exclamaron al unísono Jane y Rita, algo desconcertadas ambas
-¡Wow!- comentó sorprendido Jude
-¡Venimos a felicitarte!- vociferó Jane acercándose a Rita y Jude- ¡estuviste preciosa!
-¡Muchas gracias!-contesto Rita, saludando a Jane
-Tú me debes una explicación para esto Rita- dijo Jude sonriéndole, lo cual aumentó los celos de Paul
-Sí, estuviste muy bien…-comentó Paul, como para ganar terreno en la plática, lo cual provocó una sonrisa burlona en Rita
-No me había dicho que tú…
-Después te explicaré Jude-comentó Rita- Paul es solo un gran amigo de hace un tiempo…
-Mhh- masculló Paul, pensando para sí mismo dos cosas: “¿solo un amigo?” “Con que este es el mentado Jude ¿eh?”. Se molestó por un momento, por lo que decidió ir en busca de un poco de agua

Las demás señoritas ahí presentes no perdieron la oportunidad de acercársele mientras que Jane, Jude y John platicaban, aunque no había visto a donde había ido Rita
Llegó a la mesa donde estaban los alimentos y entre ellos agua, cuando de repente, sintió como un brazo lo sacudió con brusquedad y lo jaló hacia las cortinas…

-¿Celoso?-masculló Rita, con una sonrisa de oreja a oreja con una actitud de “te lo dije”
-Cállate…-espetó Paul, mirando de reojo a Rita, conteniendo una risa, ya que ella le hacía algunas cosquillas
Rita no esperó un momento más y tomó por el cuello a Paul y le plantó un beso, muy apasionado, pero breve
-¡Jaque, Mate!-exclamó Rita alejándose de Paul y arreglándose el peinado

Cada uno regreso con sus respectivos acompañantes, por diferentes lados claro; no hubo momento en la corta plática donde Paul y Rita no se dirigieran las miradas. Fue hasta la despedida, donde dejaron de comerse con la mirada.