Capítulo 17࿓

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Mirando en silencio desde el campanario mientras bajaba a Hogsmeade del brazo de Pansy. Dos amigas sin una sola preocupación en el mundo, entusiasmadas por poner un poco de felicidad en sus, de otro modo, monótonas vidas. Esperaba que lo disfrutaran mientras pudieran, porque las cosas estaban cambiando. El mundo, que antes era mejor, estaba cada vez más cerca de su desaparición. De ser tomado por los magos y oprimir a los muggles.

Habría hombres, mujeres y niños por igual que serían forzados a la esclavitud sin pensarlo dos veces, y aquellos que no accedieran se encontrarían con la muerte, y probablemente no sería una muerte pacífica. La tortura y la violación estarían en el repertorio de trucos, y francamente, él no quería formar parte de un mundo así.

Habría asesinatos en masa, por diversión, por supuesto. Despojando al mundo de los viejos y los enfermos y de aquellos que eran inútiles para Voldemort hasta que quedaran pocos para servirle mientras él se sentaba en su trono en lo alto de todos ellos.

Voldemort, creciendo en poder a medida que pasaban los días, poco podía hacer nadie para detenerlo. Excepto Potter, por supuesto. Y era bien sabido que Potter no era precisamente la persona más fiable que se podía tener la alegría de conocer.

Suspiró con tristeza y se dio la vuelta. Quién iba a decir que toda la raza y su futuro cabalgarían sobre los hombros de Harry Potter y sólo de Harry Potter.

Imagínate tener tanta responsabilidad y poder en tus manos y actuar como un completo inútil en cada giro. El mundo, tal y como lo conocían, sería sin duda un candidato principal al cambio y al cambio a peor, con Potter como único salvador.

Exhaló bruscamente por la nariz mientras bajaba las escaleras, de dos en dos. Esperaba, al menos de momento, que Hermione fuera feliz porque no sabía cuánto tiempo pasaría hasta que él no pudiera seguir protegiéndola a ella y al mundo en el que vivía.

 Esperaba, al menos de momento, que Hermione fuera feliz porque no sabía cuánto tiempo pasaría hasta que él no pudiera seguir protegiéndola a ella y al mundo en el que vivía

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"Severus", ronroneó Alecto mientras se subía a su escritorio, cruzando los tobillos, y lo miraba con aprensión.

La locura de Merlín. ¿Qué quería?

"Alecto". Asintió, sin levantar la vista de la carta que leía en su mano. Ya había tenido suficiente con esta conversación y lo único que había hecho ella era saludarle.

"¿Qué es lo que pasa entre tú y la sangre sucia?". Se estudió las uñas, aburrida.

Bajó la carta y respiró hondo y tranquilo. Severus sabía a dónde iba esto, y era a un lugar al que no quería ir. Ni siquiera deseaba rozar ese tema, y mucho menos tocarlo.

"¿Quién pregunta? ¿La mortífaga Alecto que desea escabullirse como la rata asquerosa que es para derramar los secretos de todos al Señor Oscuro, o, la Alecto que quiere saber por su propia curiosidad morbosa?"

"La segunda", ronroneó ella.

"Entre nosotros no pasa ni ha pasado nada, a pesar de que pienses lo contrario. Y si algo ha pasado o va a pasar en el futuro, no es de tu incumbencia", afirmó con firmeza, tratando de quitársela de encima y dándole la pista de que no la quería aquí.

𝙴𝚕 𝚜𝚘𝚗𝚒𝚍𝚘 𝚍𝚎𝚕 𝚜𝚒𝚕𝚎𝚗𝚌𝚒𝚘 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora