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Grace
—¿En qué piensas? —murmura amortiguando la voz contra mi cuello mientras le acaricio la nuca y el cabello. Está por quedarse dormido, está exhausto y se le nota. Se niega a sacar las manos del interior del camisón y acaparar aquello que me adorna el pecho y que tanto le gusta tocar.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —suelto mirando al techo—, pero jurame por lo que más quieras que serás totalmente honesto.
—Me preocupas... —intenta levantarse pero lo regreso a su puesto. Estamos muy cómodos así, los mellizos duermen en sus cunitas, él y yo apenas hemos podido acostarnos y después de lo que hice en el clóset no me queda duda que estamos en medio de un verdadero caos—, adelante.
—¿En verdad no tuviste nada que ver con... —humecto mis labios nerviosa—...con Sasha?
Esta vez, Niall si que se levanta apenas apoyandose de su codo para mirarme con el entrecejo duramente fruncido.
—¿A qué viene eso? —suelta bruscamente.
—Nada, solo... curiosidad.
—Pero ya hemos hablado sobre eso. Claro que no.
Vale, se está enojando.
—Bien, está bien. —trato de cortar el tema para que regrese a mis brazos, sin embargo no lo hace—. Oye, sólo era curiosidad.
—Me parece increíble que sigas teniendo dudas, Grace. —frunzo el ceño.
—No tengo dudas. No tiene nada que ver con eso.
—¿Entonces? —oh no—, ¿ella te ha dicho algo?
—¿Porqué actuas tan a la defensiva? Fué solamente una pregunta Niall.
—Una pregunta que conlleva a miles detrás.
—No es así...
—¿Desconfías de mi? ¿En serio? ¿A estas alturas, Grace?
—Bueno, estás actuando como si realmente escondieras algo, eso deja mucho que decir. —comienzo a molestarme.
Sonríe aparentemente carente de gracia.
—Ya —se aleja. Inmediatamente comienzo a notar la ausencia de su cercanía cuando se pone de pié y calza las botas de nuevo.
