XI. Bésame
Mucho sufrir por aquí, solo pq eran las cinco de la mañana cuando comencé a escribir. Agradezcanle a mi insomnio.
Ámenme después de este capítulo, besitos <3
GraceSi de coronar momentos incómodos se tratase la vida, la mitad de la raza humana no fracasaría casi nunca.
El almuerzo en conjunto más incómodo es el que debemos presenciar todos aquí y ahora. No puedo sostener bien el tenedor sin apretar los dientes cada que levanto la mirada y noto los ojos de Sasha sobre Niall quien apenas juguetea con la comida intacta con la misma mirada perdida mientras trastabillea la pierna muy rápidamente como si se sintiera... ansioso.
No he podido dejar de mirarlo desde hace días.
Esta mañana, Amira vino con una modista de nombre Eunice y dos diseñadores quienes se encargarían de diseñarme y perfeccionarme el dichoso vestido que debo usar para la ceremonia religiosa. Los mismos de la agencia atendieron a Niall y le han tomado las medidas seguido de a mi. El equipo se agrandó y me sorprende que mi tía haya estado planeando la que será mi boda hace tantos meses y tenga un muy buen gusto. Me ha pedido mi opinión respecto a muchas cosas y... joder, debo admitir que el tema en si me emociona... aunque me gustaría que fuese en otras circunstancias...
—¿Qué pasa? —Bridget le susurra apenas audiblemente a Niall acariciandole la mano mientras los demás en la mesa han comenzado a sacar temas respecto a la boda. Temas que me competen pero no escucho ya que me encuentro más ocupada detallando el estado tan decaído de Niall quien asegura a su madre que nada le pasa mientras aleja el plato sin haber probado nada.
Luce cansado como si no hubiera dormido en años. Ya nisiquiera recuerdo cuando fué la última vez que lo vi comer o tomar algo que no fuese alcohol o consumir cajetillas de cigarrillos. Trabajo en exceso, mal humor, estrés. No me habla, no le hablo solo... nos mantenemos al margen por los niños... pero tampoco puedo negar que me preocupa. Más que nada su salud, no luce para nada bien y...
Mi tórax da un vuelco cuando sus ojos apenas se levantan y su mirada se topa con la mía tímida. Aprieta la mandíbula cuando nota que entre cierro los ojos y que me doy cuenta de lo que para todos es invisible pero para mi es más que evidente.
Las ganas de llorar se me atascan en la garganta como un doloroso nudo incapaz de deshacerse. No es por mi, sin embargo, puedo ver que no la está pasando bien... puedo verlo por la forma en la que me mira y no me aparta los ojos de encima.