Peligroso deseo ♡KookJin♡ [Adaptación]

Capítulo 7

SeokJin se miró por última vez en el espejo para inspeccionar su atuendo. Un destello de satisfacción brilló en sus iris turquesas. Los pantalones de cuero que llevaba moldeaban perfectamente sus musculosas piernas y resaltaban la parte más estratégica de su anatomía. No importaba que se viera empalmado allá donde iba; incluso era la norma tener una erección allí. Había añadido una camisa blanca, cuyos primeros botones abiertos mostraban la musculatura de su pecho, un cinturón con tachuelas y botas de motero. Le hubiera gustado ir en moto, pero eso era totalmente impensable e incluso completamente innegociable. SeokJin sabía que su padre tenía razón, pero a su lado rebelde le molestaba la idea de no poder hacer lo que quería.

Hacía más de quince días que no se ponía el traje de Dom. Quizá se hubiera quedado un rato más sin atravesar las puertas del club, de no ser por ese maldito veneciano que se le pegaba como una sombra. Cuando llegó a casa después de jugar al golf, se había apresurado literalmente a su habitación para masturbarse, sin siquiera tomarse cinco minutos para comprobar cómo estaba BaekHyun, como hacía siempre que conseguía algún tipo de ventaja sobre los Park. Bueno, vale, también lo hacía cuando perdía contra ellos, era más raro, pero ocurría, después de tomarse el tiempo de calmarse un poco, pero esta vez lo único que había tenido en mente era aliviar su dolorosa erección.

Voy a follar toda la noche, se prometió a sí mismo mientras agarraba su chaqueta de cuero, y una vez que haya terminado, tendré la cabeza despejada para recordarle a ese bastardo cuál es su lugar.

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Impasible, JungKook esperó cerca de la habitación de SeokJin. Apenas se había alejado de su lado desde que volvieron del club de golf, el pequeño bastardo exigía su presencia constante a su lado, incluso dentro de la casa. Apenas había podido probar un bocado a la hora de comer, y eso que NamJoon se había apiadado de él y le había traído un bocadillo y una botella de agua mientras estaba junto al comedor donde el joven almorzaba con su padre y su primo.

El veneciano se lo había deslizado entre sus mandíbulas apretadas, mientras agradecía a su colega con un movimiento de cabeza.

-Novato. Dicho esto, parece que te guarda un verdadero rencor. Conociéndolo, probablemente no le gustó que le impidieras defenderse.

-Sólo estaba haciendo mi trabajo.

-El heredero es orgulloso.

-El orgullo no necesariamente te mantiene vivo.

-Es un Kim.

NamJoon se había alejado con esas palabras, mientras JungKook respondía por sí mismo.

Y además es un mocoso que no termina de hacerme pasar un mal rato...

Contuvo un suspiro. Le hubiese gustado poder ducharse y cambiarse, pero por supuesto, SeokJin no le había dado la oportunidad. Alegando que tenía algo más que hacer que perder el tiempo esperando a su guardaespaldas en caso de que éste no estuviera listo en el momento exacto en que decidiera salir, le había ordenado que se quedara fuera de la puerta. Negándose a seguirle el juego al heredero, JungKook se había limitado a responder. "De acuerdo, señor", en el tono neutro y respetuoso que utilizaba cuando se dirigía a él, pero bajo el cual esperaba que SeokJin pudiera adivinar el gélido desprecio que le profesaba.

Una hora ha estado ahí dentro, reflexionó JungKook con fastidio. Tiene suerte de que esté acostumbrado a este tipo de trabajo, porque si no, habría acabado como un tipo cansado y enfadado, no necesariamente capaz de prestar atención a su pequeño culo, ¡que merece unos buenos azotes!