El guardaespaldas saltó hacia atrás, todo lo que le permitieron sus cadenas, para poner la mayor distancia posible entre ellos. No podía ser lo que había entendido, ¿verdad? Su mirada ámbar, cargada de pánico, se posó en SeokJin.
—Yo... encontraré algo para cortar tus ataduras, y tú…
—No tengo tiempo para esperar más, Jeon— SeokJin le interrumpió en tono desesperado —Mis pelotas están tan duras que podría romper nueces con ellas.
—¿Te das cuenta de lo que me estás pidiendo?
—¡Maldita sea, Jeon, no quiero volverme impotente! ¿Qué quieres? ¿Quieres que te suplique? Lo siento, me cuesta un poco ponerme de rodillas.
JungKook no respondió. Su corazón latía erráticamente mientras miraba a su compañero de cautiverio. SeokJin respiraba muy rápido. Unas rayas de sudor resbalaban por su frente. Era más que evidente que le dolía. Su camisa, desgarrada en varias partes, mostraba numerosos moretones, sin duda por la resistencia que había opuesto a los Park. Y aunque trató de no mirar demasiado la entrepierna del joven, no pudo evitar ver el bulto en sus pantalones de cuero…
El guardaespaldas se estremeció cuando SeokJin reanudó con voz quebrada.
—Jeon, por favor…
—No puedo hacer eso... ¡Soy heterosexual, no gay!
SeokJin apretó la parte posterior de su cabeza contra la pared antes de continuar, con un sollozo ahogado en el fondo de su garganta.
—¿Crees que estoy feliz de pedirte esto? ¿Crees que no me siento humillado?
La voz del joven coreano se quebró.
—No tengo otra opción, Jeon... ¡Sé que no te gusto, pero no puedes condenarme a no poder follar nunca más!
JungKook se pasó nerviosamente la mano por el pelo. No le habría deseado a su peor enemigo lo que SeokJin estaba arriesgando, la solidaridad masculina obliga, pero de ahí a... Sin embargo, por mucho que mirara a su alrededor, no veía nada que pudiera ayudarle a liberarlo rápidamente. SeokJin reanudó en un tono bajo y cargado de dolor.
—No te llevará mucho tiempo, sólo unos cuantos movimientos de muñeca. Por favor, Jeon…
El guardaespaldas apretó la mandíbula. Lo que pedía le repugnaba, pero por otro lado, compadecía de verdad la situación del joven. Se esforzaba por mantener la mayor dignidad posible a pesar de las circunstancias, y cada súplica le era visiblemente difícil, además de pisotear su orgullo.
—Te dije que no aceptaras esa mierda —refunfuñó, relajando sus tensos músculos y acercándose a SeokJin.
El joven coreano sintió el golpe, pero tuvo la sabiduría de permanecer en silencio. Vio una mínima posibilidad de que JungKook acudiera en su ayuda, y no lo iba a estropear con una provocación.
Sobre todo porque la idea de la mano de JungKook en su polla estaba lejos de ayudar a su problema... Fugazmente, SeokJin se preguntó si habría suplicado a alguien más que a JungKook, pero otra embestida de la droga le hizo olvidar todas sus preguntas. Se inclinó con un gemido de dolor, antes de volver sus torturados iris turquesa hacia el guardaespaldas.
—Bien, tenías razón. Sí prometo escucharte en el futuro, ¿podemos dar por terminado el trato antes de que me exploten las pelotas?
JungKook no respondió. Con los dientes apretados, se acercó todo lo que le permitía su cadena y bajó la cremallera de los pantalones de SeokJin con un movimiento brusco. El joven dejó escapar un gemido de alivio cuando su atrapada polla tuvo por fin espacio para desplegarse. Como solía ocurrir cuando iba al club, no llevaba ropa interior. El veneciano retrocedió en cuanto el miembro saltó y tocó su mano, dejando una gota de líquido preseminal. Instintivamente, retiró el brazo, sin ver el largo estremecimiento que sacudió a SeokJin cuando sus pieles se rozaron, luego su mirada felina se posó en el joven coreano, mientras tragaba ante el espectáculo que éste le ofrecía involuntariamente. Era más que extraño verlo atado de pies y manos, con sus ropas de cuero y seda, la bragueta abierta y la polla al aire, en una actitud más acorde con la de un sumiso que con la del Dom que era.
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Peligroso deseo ♡KookJin♡ [Adaptación]
RomancePrimer libro de MEDTY "Si tan solo no hubiese visto la lujuria y el deseo en tus ojos, quizás jamás se habría abierto el infierno bajo mis pies..." Esta historia no me pertenece, todos los creditos a su autora. Sinópsis dentro de la historia Pareja...