Capítulo 18

675 118 1
                                    

SeokJin dejó el látigo que había estado usando antes de sacar su teléfono y tomar una foto de ChanYeol, todavía atado a la cruz. La espalda, las nalgas y la parte superior de  los muslos del joven estaban llenos de marcas rojas, y el sudor corría por su cuerpo. Su pecho subía y bajaba en un ritmo demasiado rápido, y agarraba las cadenas de las esposas con tanta fuerza que los nudillos de sus dedos estaban blancos.

Pero ni un grito había cruzado el umbral de sus labios, a lo sumo un gemido cuando SeokJin llegó a un punto especialmente sensible. Solo se animó cuando escuchó el clic de la cámara.

—¿Qué estás haciendo? —jadeó.

—Me llevo un recuerdo, por supuesto. No te preocupes, no tendrás ninguna marca; soy un virtuoso cuando se trata de castigos corporales.

SeokJin se acercó hasta que su aliento rozó el cuello de ChanYeol.

—Y también un coleccionista. Me gusta guardar recuerdos de mis amantes ofrecidos a mis deseos.

—¡No soy tu amante!

El heredero de los Kim se rio burlonamente.

—¿Quién lo creerá? Todo el mundo conoce mis inclinaciones, así que verme mostrando este tipo de fotos no será sorprendente. No pretendo decir que eres tú, a no ser, claro, que tengas la desgracia de querer vengarte con BaekHyun, pero tú sabrás, y yo disfrutaré de cada mirada que se dirija a tu cuerpo lleno de cicatrices.

—¡Eres un sucio pervertido!

—Ya me lo has dicho. Pero, teniendo en cuenta que es tu primera sesión y que te has comportado como un buen chico, seré indulgente y te desataré de todos modos. Tu ropa está donde la dejaste. Sin embargo, ponerlas puede ser un poco doloroso, me temo que tendrás que esperar a llegar a casa para que te traten. O no —añadió el joven tras fingir un segundo de reflexión.

ChanYeol no respondió. Era más que obvio que no se lo mostraría a nadie, y que se trataría a sí mismo hasta que las marcas desaparecieran. En cuanto a la huida... El guardaespaldas de SeokJin podría estar ausente,  pero  no dudaba de que estaría allí en un instante si algo salía mal.

Todo ello sin mencionar el “pequeño detalle”  que constituía la semiautomática con la que le apuntaba SeokJin, y que lo llevó a dejarse esposar con las manos a la espalda sin oponer resistencia...

¸.• ✮ •.¸ ☆ ¸.• ✮ •.¸ ☆ ¸.• ✮ •.¸ ☆ ¸.• ✮ •.¸ ☆ ¸.• ✮ •.¸

JungKook frunció el ceño cuando la puerta se abrió sobre SeokJin y ChanYeol. Le dirigió al primero una mirada que significaba claramente “Se suponía que debías esperarme”, a lo que el heredero de Kim respondió con la sonrisa insolente que le había otorgado a tantos enemigos, como conquistas.

Pequeño idiota.

—Está bien, Jeon— SeokJin  dijo  al  mismo  tiempo,  en un tono tan condescendiente como burlón—. No  es  un Park el que va a sacar lo mejor de mí.

Mientras hablaba, SeokJin palmeó sin  delicadeza  las nalgas de ChanYeol, que no pudo reprimir una mueca de dolor con la suficiente rapidez, dando al guardaespaldas  un  buen  indicio de lo que había sucedido en el calabozo.

Por favor, no me hagas saber más…

Para alivio de JungKook, SeokJin se abstuvo de hacer comentarios. En cuanto a ChanYeol, en el breve momento en que JungKook se encontró con su mirada, había detectado una mezcla de vergüenza y enfado que lo hacía estar aún menos interesado en conocer los detalles del cara a cara de los herederos.

El trío se dirigió a los garajes en silencio, donde los hombres de HeeChul ya estaban esperando. A punta de pistola, ChanYeol subió a la parte trasera de una furgoneta. Entre sus manos atadas, su espalda y nalgas que ardían cruelmente, el más mínimo movimiento se convertía en un desafío. La idea de sentarse le producía escalofríos, pero no debía traicionarse a sí mismo. De ninguna manera iba a darle a SeokJin la satisfacción.

Peligroso deseo ♡KookJin♡ [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora